MADRID.- Real Madrid y Barcelona jugarán mañana el "clásico" más apasionante del fútbol español, el partido que paraliza un país entero y que, además, esta vez dejará al equipo derrotado inmerso en mal momento con consecuencias difíciles de manejar.
En un principio, se podría pensar que nunca se vivió un Madrid-Barcelona tan desequilibrado, pues el conjunto azulgrana afronta el encuentro, correspondiente a la trigésima jornada de la liga española de fútbol, a 24 puntos de los blancos. Pero un "clásico" siempre es un partido diferente para el que no valen las estadísticas.
Lo que sí es seguro es que la derrota meterá a uno u otro equipo en problemas, pues ambos cayeron en la pasada jornada de liga.
Si el Madrid pierde, tanto Real Sociedad como Deportivo de La Coruña, que juegan el domingo, podrían alcanzarle en la cabeza de la tabla. Esa no sería la mejor condición para viajar a Manchester, donde el miércoles se juega el paso a las semifinales de la Liga de Campeones.
Barcelona tampoco está para ningún lujo, ubicado a sólo seis puntos del descenso. Una derrota le haría volver a los insoportables tiempos vividos hace unos meses, a aquellos días donde el entonces presidente Joan Gaspart y el entonces entrenador Louis van Gaal dirigían una nave a la deriva.
Y, como siempre, estará en juego esa rivalidad nunca disimulada. "Podemos hundirles", dijo el central español del Madrid Iván Helguera, mientras que su compatriota y compañero Guti advirtió que "como piensa todo hincha blanco, ojalá el Barcelona acabe lo más abajo posible".
El mediapunta español Luis Enrique, ex jugador de la casa blanca y objeto de las mayores iras por parte de su antigua hinchada, se manifestó en términos parecidos. "Soy culé y no hay mayor satisfacción para mí que ganar al Madrid".
Por supuesto, muchos ojos estarán puestos en varias figuras relevantes. En el Madrid, nadie recibirá más atención que los ex barcelonistas Ronaldo y Luis Figo, mientras que en las filas azulgranas volverá a ser el temido Luis Enrique, quien ocupará el puesto que deja vacante el sancionado Javier Saviola, una de sus grandes bazas individuales.
El español Vicente del Bosque, entrenador del Real Madrid, introdujo hoy un mensaje de prudencia dirigido hacia la afición, todavía con el recuerdo del mal espectáculo vivido en la primera vuelta, donde el Camp Nou fue sancionado con dos partidos de sanción, todavía pendientes de cumplir, por el repetido lanzamiento de objetos sufrido por Figo.
"Espero un gran comportamiento de nuestra afición. Me llevaría una decepción si así no fuera porque entonces se nos compararía con lo que sucedió en Barcelona", indicó.
El serbio Radomir Antic, entrenador azulgrana, insistió en que "el Barcelona tiene mucho que ganar en este partido. Hay que sacar todo el carácter y no achicarse".
El delantero español Raúl, del Real Madrid, no se entrenó hoy con su equipo, aquejado de un esguince de tobillo, aunque sí entró en la convocatoria, señal de que sólo se perderá el partido si la evolución de su dolencia no marcha según los planes previstos por el equipo médico.
Así pues, el Madrid jugará con todas sus figuras, mientras se espera un Barcelona más defensivo de lo habitual con sólo el holandés Patrick Kluivert en la punta.
Completarán la jornada adelantada de mañana dos partidos más. El Valencia, que defiende su posición en la Champions League, viaja a Valladolid, equipo necesitado de puntos para olvidarse del descenso, mientras el Villarreal recibe al Mallorca.
Trigésima jornada:
Sábado:
Real Madrid - Barcelona
Valladolid - Valencia
Villarreal - Mallorca
Domingo:
Deportivo La Coruña - Sevilla
Real Sociedad - Rayo Vallecano
Betis - Atlético Madrid
Osasuna - Celta Vigo
Alavés - Málaga
Rácing Santander - Recreativo Huelva
Espanyol - Athlétic Bilbao