LOS ANGELES.- Carl Lewis, uno de los atletas más grandes de todos los tiempos, va de problema en problema: sólo cuatro días después de que se lo acusara de ocultamiento de doping, la policía lo detuvo por conducir ebrio.
El nueve veces campeón olímpico fue detenido en la madrugada del lunes en Los Angeles tras un accidente de tráfico al volante de su Maseratti, del que resultó ileso.
Al tomar nota de sus datos personales, los agentes policiales notaron que Lewis, de 41 años, estaba bebido. El test dio un 0,08 por ciento de nivel de alcohol en la sangre, porcentaje que rebasa el límite autorizado en el estado de California.
Lewis, ex recordman mundial de los 100 metros lisos y elegido como el "atleta del siglo XX", tendrá que comparecer ante un tribunal el 7 de julio en Los Angeles.
La semana pasada el director de control de drogas del Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) entre 1991 y 2000, Wade Exum, reveló que más de 100 atletas de su país -entre ellos Lewis- dieron positivo en controles antidoping realizados entre 1988 y 2000 sin recibir sanciones por parte de la entidad, que ocultó los casos. Dichos atletas ganaron entre 1998 y 2000 19 medallas olímpicas.
En los Juegos Olímpicos de Seúl 88 Lewis ganó la medalla de oro en salto de longitud, y fue proclamado campeón olímpico de los 100 metros tras la descalificación del canadiense Ben Johnson por haber tomado esteroides anabolizantes. Johnson, protagonista del escándalo de doping más espectacular de la historia olímpica, ya reclamó que Lewis devuelva sus medallas.
Lewis, retirado en 1997, ganó además de sus preseas de Seúl cuatro medallas de oro en Los Angeles 84, dos en Barcelona 92 y una en Atlanta 96.