DENVER.- El Comité Olímpico de Estados Unidos recibió con agrado una decisión de la entidad madre del atletismo (IAAF), en la cual ésta dijo que aquel actuó correctamente en 1988 al permitir que compitieran atletas que habían dado positivo en pruebas antidopaje.
"Este comunicado de hoy apoya completamente nuestra posición", dijo el miércoles el portavoz del Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC, por sus siglas en inglés) Darryl Seibel, por teléfono, desde la sede de la organización en la localidad de Colorado Springs, en el estado de Colorado.
Previamente, desde su sede en Montecarlo, la IAAF dijo que se le había informado en 1988 que ocho atletas estadounidenses habían dado positivo, pero que todavía podían ser elegidos para competir ese año en los Juegos Olímpicos de Seúl porque sus casos fueron considerados "negativos" según las reglas vigentes en ese momento.
Las acusaciones sobre las pruebas de 1988 salieron a la luz después que el médico Wade Exum, quien trabajó para USOC, presentara documentos a la prensa en los cuales se indicaba que atletas habían dado positivo por sustancias prohibidas, pero no fueron sancionados y se les permitió competir.
Seibel dijo que era una lástima que las acusaciones de Exum terminaran afectando a varios atletas reconocidos, como el velocista Carl Lewis, ganador de nueve medallas de oro olímpicas.
Exum esperaba que los documentos fueran incluidos como evidencia a presentar en una demanda que inició contra el USOC, en la cual sostenía que su programa fue socavado y que él fue discriminado por el USOC por ser de la raza negra.
Pero este mes, un juez federal en Denver rechazó la demanda de Exum, lo que aparentemente llevó a que el médico revelara los documentos a la prensa.
Las acusaciones desataron un escándalo en el deporte, y muchos atletas y dirigentes pidieron que se investigara el presunto encubrimiento.