ROMA.- El ruso Yevgeny Kafelnikov protagonizó la gran sorpresa de la cuarta jornada, al derrotar al español Carlos Moyá por 6-4 y 7-6(4), y con ello acceder a los cuartos de final del Masters Series de Roma.
Moyá y Kafelnikov se habían medido ya en cinco ocasiones, con tres victorias para el español, que había decantado en su favor las tres últimas.
Pero esta vez Moyá se encontró frente a un Kafelnikov rejuvenecido, que recordó mucho más al jugador que se adjudicó Roland Garros en 1996 y no al dubitativo de los últimos años en los que, incluso, se había especulado con su retirada.
El Kafelnikov de hoy fue un jugador agresivo, muy centrado y con un tenis muy sólido y profundo, que intentó meter siempre presión a Moyá no permitiéndole las subidas a la red.
El mallorquín, que apenas encontró su ritmo y cometió demasiados errores, enviando un buen número de bolas fuera o contra la red, también sufrió el buen saque de su rival.
Sin embargo, el partido se mantuvo igualado -que a pesar del constante apoyo del público, sufría más para mantener su saque- hasta el décimo juego del primer set, cuando Kafelnikov rompió el saque del español y, con ello, se anotó la primera manga por 6-4.
El segundo set siguió viendo un Kafelnikov dominador y que se situó con un claro 4-1 después de haber roto en el segundo juego el saque de Moyá.
El larguísimo quinto juego, en verdad, pudo ser una de las claves del partido, pues Moyá desaprovechó hasta seis bolas para romper el saque del ruso.
El jugador español, en cambió, pareció renacer en el séptimo juego, cuando, por fin, y tras una hora y trece minutos de juego, rompió por vez primera el saque de Kafelnikov.
Moyá parecía vivo y sus golpes habían mejorado, además de notarse un cierto bajón físico en su rival.
No fue así del todo, pues se entró en dos juegos en los que ambos contendientes se cedieron su respectivo saque para, después conservándolo, dar paso al "juego decisivo".
Ahí, las estadísticas del año 2003 daban favorito a Moyá, quien había ganado los 9 disputados, mientras que Kakelnikov se había adjudicado 4 de los 6 jugados.
Moyá, además, tras remontar un 0 a 3, se puso con un favorable 4 a 3. Pero fue lo último positivo que hizo. Mandó tres bolas fuera y permitió a Kafelnikov servir para concluir el partido.
Kafelnikov, finalista este año en Milán, logra la mejor clasificación de sus once presencias en Roma. Moyá, vencedor esta campaña en Buenos Aires y Barcelona, y finalista en Miami, sigue sin brillar en un torneo romano donde siempre es uno de los predilectos del público.