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Ferrero-Federer, final anticipada en Roma

El ganador del duelo semifinal entre el español y el suizo se perfila como el futuro vencedor del Masters Series de Roma. El ruso Yevgueni Kafelnikov enfrentará al también español Félix Mantilla.

09 de Mayo de 2003 | 14:25 | EFE
ROMA.- El español Juan Carlos Ferrero y el suizo Roger Federer, los dos grandes favoritos para ganar el Masters Series de Roma, vivirán mañana sábado una semifinal con sabor a finalísima, pues se considera que quien gane este duelo alzará el trofeo el domingo.

La otra semifinal enfrentará al renacido Yevgueny Kafelnikov contra el también español Félix Mantilla, que se impuso al croata Ivan Ljubicic en tres sets, 3-6, 6-3 y 6-4.

El partido entre Ferrero y Federer, tras las notables eliminaciones en las anteriores jornadas, era esperado como "agua de mayo". Y es que ambos se están demostrando intratables, y no sólo en el torneo romano sino en gran parte de lo que se lleva de temporada.

Eso, al menos, avalan unos datos que reflejan que el suizo ha ganado 35 partidos (sólo 6 de derrotas) en lo que se lleva de 2003 y un Ferrero que ha vencido este año en el Masters Series de Montecarlo y el Abierto de la Comunidad Valenciana, además de ser finalista en Sydney y semifinalista en el barcelonés Conde de Godó.

De momento, Ferrero y Federer, desde hace unos años vistos como la "savia nueva" del circuito, como dos de los jóvenes que tomarán el relevo de las "viejas estrellas", se han enfrentado ya en tres ocasiones, con dos triunfos para el español. Sin embargo, el suizo ganó el último (Tennis Masters Cup, en Shangai), sobre pista dura.

Para llegar a esta semifinal, Ferrero se tuvo que deshacer de un difícil rival como es el alemán Rainer Schuettler, al que derrotó por un doble 6-4.

Pero sobre todo estaba por ver si el español podía acusar el cansancio del largo partido nocturno de ayer, ante el argentino Gastón Gaudio, que concluyó sobre la media noche.

Ferrero, desde luego, pese a su aspecto aparentemente delgado y frágil, evidenció ser de hierro. No sólo no acusó de inicio el cansancio de anoche, los muchos partidos que lleva jugados este año, sino que inició arrollando a Schuettler, con un 5-1, concediéndole sólo siete puntos.

Todo iba por la vía rápida, demasiado. Y Ferrero, tras desaprovechar dos bolas de set sobre el saque rival, se fue de la pista. Tanto que vio a su rival acercarse a un peligroso 5-4. Se repuso a tiempo y en la que era su séptima ocasión se hizo con el set.

En el segundo set sí acusó Ferrero el cansancio de la anterior jornada y Schuettler, que también había mejorado notablemente su saque, mantuvo igualada la manga. Tras dos roturas de servicios entre ambos (quinto y sexto juego), el español logró quebrar el de su rival en el noveno y ahí ya se avecinó el final.

No obstante, tuvo que salvar con su saque un inquietante 15 a 40, para hacerse con el partido, en la primera bola de que dispuso y con un "ace".

Federer destrozó las ilusiones italianas al ganar al local Filippo Volandri, por 6-3, 5-7 y 6-2. Es decir, el suizo tras dos meses, cedió su primer set.

Y es que Federer estuvo mucho menos entonado que en las precedentes ocasiones y, especialmente, sufrió cuando se le presionaba sobre su revés y tampoco contó con un buen nivel con el saque. Ello, y el lógico constante apoyo de su público, que incluso aplaudía los errores de Federer, hizo crecer el juego de fondo de Volandri.

El italiano inició conquistando el saque rival en el tercer juego, ante el delirio de su público. Pero duró poco, pues Federer estableció inmediatamente una igualada que se mantuvo hasta el octavo juego, cuando se fue a un favorable 5-3, tras quebrar por segunda vez el saque del italiano.

Luego, con su saque, Federer liquidó el primer set en su favor en la primera bola que tuvo para cerrarlo.

El segundo set se inició casi igual que el precedente: Volandri rompe el saque de Federer y, este, algo después le devolvió el favor.

Sin embargo, con un suizo que cometía demasiados errores, se llegó a la decisión definitiva del segundo set justo sobre el saque de Federer. El centroeuropeo lo perdió y Volandri se hizo con la manga, por 7-5.

La ilusión local duró sólo dos juegos, pues Federer, ahora con un tenis más agresivo y menos estático, con mejores aceleraciones en sus golpes, rompió en el tercero el saque de Volandri y ahí empezó a acabar la cuenta atrás del sueño italiano.

Y es que, a partir de entonces, Federer se concentró más en asegurar su saque que en luchar a muerte por hacerse con el del rival. Eso sí sin desdeñar romperlo si Volandri le concedía las precisas facilidades, como ocurrió en el séptimo juego (5-2). El suizo mató el partido con su saque.

Yevgueny Kafelnikov, que ayer eliminó al español Carlos Moyá, se deshizo del holandés Martin Verkerk (único procedente de la clasificación en liza), por 6-3 y 7-5. Ya se habían enfrentado esta misma temporada en el Abierto de Milán, en pista cubierta, y el triunfo había caído del lado del holandés.

Pero bajo el calor romano, y en la tierra batida, el renacido Kafelnikov, ganador de Roland Garros 1996 y al que los problemas físicos le pusieron al borde de la retirada pero que ahora, tras haberlos superado, con operación incluida, se tomó la revancha.

Lo hizo Kafelnikov estando más sólido y cometiendo muchos menos errores que Verkerk, a quien no le funcionó tanto su matador saque, y sabiendo romperle el servicio en los instantes finales de cada set.

El premio del ruso es una semifinal que es su mejor resultado en las once apariciones en Roma y, sobre todo, dejando entrever que está dispuesto a recuperar las posiciones perdidas.
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