BOSTON.- El base Jason Kidd consiguió 29 puntos, 10 rebotes, 8 asistencias y dos robos de balón para guiar a los Nets de Nueva Jersey a las finales de la Conferencia Este después de vencer en doble prórroga 110-101 a los Celtics de Boston en el cuarto partido de la eliminatoria de semifinales.
El triunfo también permitió a los Nets barrer 4-0 la serie que disputaron al mejor de siete partidos y esperarán al ganador de la eliminatoria entre los Pistons de Detroit y los Sixers de Filadelfia, que está empatada a 2-2 para conocer a sus rivales en la defensa del título de campeones de conferencia.
Junto a Kidd, el alero Kenyon Martin aportó 22 puntos, 10 rebotes, dos asistencias, tres robos y dos tapones, mientras que Richard Jefferson logró 15 puntos y Kerry Kittles obtuvo 14 para los Nets, que dominaron la segunda prórroga con un parcial de 13-4, después de haber terminado el tiempo reglamentario con empate a 90-90.
El escolta Paul Pierce con 27 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias volvió a ser el líder para los Celtics, que también tuvieron el apoyo del base Tony Delk con 23 tantos y el alero Antoine Walker jugó su mejor partido de la serie para lograr 20 anotaciones.
Pero tanto Pierce como Walker volvieron a tener seis pérdidas de balón cada uno de las 20 que registraron los Celtics y tampoco lograron encestar los puntos en los momentos decisivos del tiempo reglamentario y de la primera prórroga que acabó con parcial de 97-97.
Los Nets tuvieron la posibilidad de ganar el partido cuando con 16 segundos estaban en posesión del balón y Kidd lo perdió a dos del final antes de poder tirar a canasta.
Jason Kidd, genio y figura en la cancha
"Llegar y barrer a los Celtics de Boston es algo histórico", dijo Kidd. "Ellos han tenido muchos equipos talentosos".
Sin embargo, no han ganado un título de la NBA desde 1986, cuando se coronaron por 16ta vez. Además fueron eliminados una ronda antes que la temporada anterior, cuando perdieron contra los Nets en seis duelos de la final de conferencia.
"(Kidd) Es un jugador grandioso", reconoció el técnico de Boston, Jim O’Brien. "Es el mejor pasador que he visto en mi vida".
Eric Williams secundó: "Es probablemente el mejor jugador que hay por ahora. Hace que sus 12 compañeros luzcan como superestrellas".
Kidd se sobrepuso a la animadversión de los aficionados, quienes por segundo partido consecutivo le gritaron: "Golpeador de esposas". El mismo coro surgió también durante la serie de la postemporada anterior.
En 2001 fue presentada contra Kidd una acusación por maltrato conyugal. Los cargos fueron retirados luego que Kidd accedió a someterse a una terapia psicológica y pagó una multa. Debido al ambiente en el Fleet Center, la esposa Joumana Kidd y su hijo de 4 años T.J. no asistieron a los encuentros.
"Al final de la noche, el básquetbol se impuso", dijo Kidd luego del encuentro.