TURIN.- Real Madrid buscará este miércoles ante Juventus el acceso a la final de la Liga de Campeones a los pies de los Alpes, a donde llega con un exiguo 2-1 que rentabilizar sin un hombre clave como Makelele y la duda de Ronaldo, pero amparado en Raúl y en el espíritu que desplegó en el Amsterdam Arena y en Old Trafford, donde escribió dos de las páginas más brillantes de los últimos años.
La reaparición de Raúl es la mejor noticia para Vicente del Bosque en esta cita clave de Delle Alpi. El delantero madrileño, que tuvo que ser operado de urgencia de una apendicitis aguda justo antes del viaje a Manchester en la vuelta de los cuartos de final, se ha recuperado a marchas forzadas, y su carácter se antoja un factor determinante en un duelo de este calibre, en el que el resultado de la ida no es ni mucho menos tranquilizador ante un oponente como el italiano.
Aunque la falta de ritmo podría ser una objeción, su hambre de fútbol y su afán es un argumento de peso que redunda y contagia al resto del equipo, que le cataloga como el "alma".
Junto a Raúl, volverán al cuadro español otras dos de sus grandes figuras, que no estuvieron en el encuentro liguero de Huelva, como el francés Zinedine Zidane y el portugués Luis Figo, pero el resto de novedades son negativas: el equipo ha perdido el liderato de la liga local, Ronaldo viajó pero en una situación física complicada y Makelele, el equilibrio y el trabajo infatigable en el mediocampo, es baja por una rotura fibrilar. En definitiva, el panorama se ha llenado de dudas.
La presencia o no de Ronaldo tiene en vilo al madridismo en estas horas previas. El brasileño evoluciona bien de la lesión en el sóleo que sufrió en la ida y tiene ganas de jugar, pero su participación es una de las grandes incógnitas.
El "Fenómeno" tiene un estilo de juego determinante en este tipo de partidos. Su velocidad, su fuerza y su pegada a la contra le hacen desequilibrante, pero la ausencia de Makelele es tan o más trascendente, porque el francés hace un trabajo impagable y hasta poco reconocido en la contención.
Varios de los componentes importantes del equipo estuvieron en el Amsterdam Arena el 20 de mayo de 1998 cuando Real Madrid derrotó a Juventus en la final de la Liga de Campeones (1-0) y acabó con 32 años de sequía. El espíritu de trabajo, incluso de sufrimiento, y a la postre de éxito es con el que la expedición ha viajado a Turín.
Pero también lo hace con el de Old Trafford, donde Del Bosque apostó por tres centrales, como podría hacer en Delle Alpi según lo ensayado el lunes, y donde se encaminó la "octava" rubricada, con el mismo esquema, en la final de Saint Denis ante el Valencia y que tuvo un nuevo capítulo incluso en la ida de las semifinales de la pasada edición en el Camp Nou.
El técnico madridista, sin la contención de Makelele y si finalmente no se arriesga con Ronaldo, podría quererse proteger de los peligros que puede causar el ’tridente’ Nedved-Del Piero-Trezeguet, dotado de movilidad y pegada, en una presumible ofensiva de un Juventus al que le basta con el 1-0 para clasificar.
Marcello Lippi y sus pupilos, pletóricos tras obtener el vigésimo séptimo "scudetto" en la historia de la "Vecchia Signora", no han querido dejarse llevar por la euforia ni por los problemas que acusan los madridistas. La reconquista de Europa, ante el rival que le alejó de la gloria hace cinco años, es el siguiente y gran objetivo. En cierto modo en Turín se respiran aires de revancha.
Lippi no se fía. Sabe que un acoso alocado, sin sentido, sin un resguardo conveniente, puede resultar letal para sus intereses. Un gol del Real Madrid pondría la eliminatoria aún más cara para Juventus.
Eso es lo que pretende el actual campeón continental: no salir a defender la renta de manera exclusiva, pese al empleo de esos tres centrales con Pavón, Hierro y Helguera, sino protegerse convenientemente atrás y aprovechar la "magia" de Zidane -vuelve al que fue su campo-, Figo, Raúl y la subida de los laterales para asestar golpes definitivos.
Juventus, que no podrá contar por sanción a los veteranos centrales Mark Iuliano y Ciro Ferrara, recuperará, en cambio, mimbres fundamentales en el esquema de Lippi que no estuvieron en el Bernabéu.
Vuelven un seguro de vida en la zaga como el uruguayo Paolo Montero, y el "músculo", el "fuelle" y hasta la "cabeza" con Alessio Tacchinardi y el holandés Edgar Davids, pero los que quieren hacer realmente acto de presencia tras su floja prestación en Madrid son Nedved y Del Piero, los jugadores que deben desequilibrar en los metros de la verdad.
El "scudetto" ha ratificado la autoconfianza, la fe en un esquema basado en la fuerza del grupo, de unos jugadores que quieren demostrar su capacidad de volver a reinar en Europa a costa del actual rey y el considerado para muchos mejor conjunto del momento, pero que necesita exponerse en otra situación límite.
El estadio Delle Alpi volverá a registrar un lleno absoluto después de bastante tiempo. Las 67.229 entradas se vendieron con bastante antelación y habrá recaudación récord de 3.100.000 euros, que supera los 2.833.514 del encuentro contra el Manchester de 1999. El Real Madrid contará en las gradas con el respaldo de unos 3.500 seguidores.
Alineaciones probables:
JUVENTUS: Buffon; Thuram, Tudor, Montero, Pessotto; Zambrotta, Davids, Tacchinardi, Nedved; Del Piero y Trezeguet.
REAL MADRID: Iker Casillas; Míchel Salgado, Hierro, Helguera, Pavón, Roberto Carlos; Figo, Flavio Conceicao, Guti o Ronaldo, Zidane; y Raúl.
Arbitro: Urs Meier (SUI).
Campo: Delle Alpi.
Hora: 20.45 (16.45 en Chile).