SANTIAGO/CALAMA.- Con la apertura de la cuenta de Fuentes (9'), Cobreloa parecía tomar fuerza en su desafío frente a Boca Juniors por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
El joven volante fue la mejor figura de Boca Juniors.
La necesitaba. Y en un momento pareció tenerla gracias al despliegue generoso de Martel, pero los argentinos terminaron maneatando el juego loíno y con dos aciertos de Guillermo Barros Schelotto (14' y 76'), una excelente actuación de Tévez y un penal parado por Abbondanzieri a Martel, sacaron un importante resultado de visita que les abre la puerta hacia las semifinales.
Cobreloa presionó, hizo su juego y hasta pudo conseguir un mejor resultado, pero no tuvo fortuna para liquidar frente a la portería xeneize y atrás se complicó más de la cuenta con Delgado, Barros Schelotto y especialmente con Tévez.
El pequeño volante-delantero nunca pudo ser neutralizado por la defensa chilena y casi siempre recostado por la derecha, generó fútbol y múltiples ataques. De sus zapatos brotaron los goles boquenses y el que se perdió Delgado (68'); de su cabeza emergieron las mejores ideas; y de su boca nació el grito de triunfo.
Por arriba y por abajo
Cobreloa puso lo suyo, especialmente con la picardía de Martel, que en la primera fracción le dio mucho trabajo a Crosa, y con el adelantamiento de Pérez. Pero en la segunda etapa Bianchi retrasó a Battaglia para que auxiliara a Crosa y Clemente Rodríguez se esmeró en neutralizar al capitán del cuadro minero. Además, Cascini estuvo mucho más efectivo en el quite de la pelota, posicionado por delante de Burdisso y Schiavi.
Los centros de Pérez y Martel causaron estragos, pero la mejor oportunidad estuvo por abajo, luego que Schiavi manoteara un balón dentro del área. Martel le pegó fuerte a la derecha de Abbondanzieri, pero el portero esperó, adivinó el lado y despejó el peligro (80').
Cobreloa se lo perdió y también perdió ahí el empate. Era lo menos a lo que podía aspirar para ir con "hambre de triunfo" a Buenos Aires. Allá la tarea será complicadísima, por el resultado de hoy (miércoles) y por lo sólido que es Boca jugando en La Bombonera. Pero faltan 90 minutos y Acosta a veces hace milagros.
