DÜSSELDORF.- Los dos equipos más fuertes y equilibrados de la Copa Mundial de Düsseldorf se miden este viernes en una final anticipada con sabor a "clásico": el ganador del choque entre Argentina y Chile luchará el sábado por el título.
David Nalbandian ante Fernando González y Marcelo Ríos frente a Gastón Gaudio serán los enfrentamientos de individuales. Nalbandian con Lucas Arnold y González con Nicolás Massú disputarán un dobles que puede ser definitivo.
"Tenemos que ganar al menos uno de los individuales y confiar en el dobles. Creo que nuestra pareja está un poco mejor armada que la suya", aseguró Gaudio. González no quiso responder al argentino: "Se dicen muchas cosas, pero luego todo se ve en la cancha".
Ambos equipos llegan al choque definitivo del grupo Azul con un casillero casi inmaculado, puesto que los dos derrotaron a Suecia y Alemania. Los argentinos ganaron además todos sus partidos, mientras que los chilenos sólo sumaron la derrota de Marcelo Ríos ante el germano Thomas Behrend, una de las sorpresas del torneo, aunque el chileno venía de una "para" de casi dos meses por una lesión.
Se da la circunstancia de que los balances en ambos enfrentamientos de individuales están claramente desequilibrados. Mientras Nalbandian siempre ganó a González, Ríos salió vencedor en cada uno de los enfrentamientos con Gaudio.
"Es duro para mí", comentó González, que cayó cuatro veces ante Nalbandian, la última la pasada semana en Hamburgo, y no está dispuesto a tragar más. "Espero que mañana la historia sea distinta. Si me tienen que sacar en camilla que me saquen", sentenció.
Gaudio, por el contrario, se toma con más calma haber perdido en cuatro ocasiones con Ríos. "Marcelo es un crack. Espero romper la estadística, pero no voy a cambiar nada en mi juego para el partido".
El Argentina-Chile es ya un clásico del tenis mundial. Ambos vecinos se midieron en 16 ocasiones en la Copa Davis, y el balance está completamente equilibrado, con ocho victorias para cada uno. La última, a favor de Chile, aún está en la memoria colectiva porque se desató una batalla en el Parque O’Higgins de Santiago, con sillas arrojadas desde la tribuna que impidieron terminar la serie.
"Será un enfrentamiento durísimo, lo sabemos", afirmó Gaudio, apreciación con la que González coincide: "Será muy complicado, pero queremos pasar a la final, y para eso tenemos que ganar".
Los partidos se disputarán en la pista dos del complejo del Rochusclub, pese a que en el otro enfrentamiento del grupo Azul, Alemania-Suecia, no hay nada en juego. Pero los germanos son los locales, y la televisión manda.