FILADELFIA.- Larry Brown renunció anoche lunes al cargo de entrenador de los Sixers de Filadelfia y dijo que era el momento de dar un paso al costado tras la culminación de su ciclo en esa franquicia del baloncesto de la NBA.
El veterano entrenador de 62 años dijo que había pensado en renunciar desde que los Sixers quedaron eliminados en la segunda ronda de los "playoffs" luego de seis partidos ante Detroit Pistons. Filadelfia terminó la temporada regular con balance de 48 victorias y 34 derrotas.
"Tuvimos una buena temporada", dijo Brown en una conferencia de prensa. "Pienso que ya es hora de que venga alguien más para quizás darle una nueva cara al equipo".
"No quiero entorpecer a esta franquicia y pienso que si me quedo aquí lo estaría haciendo", agregó el entrenador, miembro del Salón de la Fama del baloncesto norteamericano.
Durante su campaña en Filadelfia, Brown mantuvo algunas diferencias con el estelar jugador de los Sixers, Allen Iverson.
El experimentado técnico es considerado como uno de los candidatos para dirigir a Cleveland o a Houston, y quedó libre de una cláusula en su contrato que le prohibía hacerse cargo de otro equipo si no cumplía su compromiso con Filadelfia.
A Brown, que conducirá a la selección de Estados Unidos en el torneo preolímpico que se jugará en el verano boreal en Puerto Rico, le quedaban dos temporadas para completar su vínculo con los Sixers.
Uno de los entrenadores más experimentados en la NBA, con 31 años al frente de conjuntos profesionales o universitarios, Brown guió a los Sixers a los "playoffs" en cinco temporadas consecutivas, y a la final de la NBA en 2001.
También condujo a Denver, Indiana, San Antonio, Nueva Jersey y los Clippers de Los Angeles en la NBA, además de hacerlo con la selección estadounidense a nivel olímpico.
