BUENOS AIRES/SANTIAGO.- Boca Juniors se clasificó para las semifinales de la Copa Libertadores tras derrotar a Cobreloa por 2-1 (y un marcador general de 4-2) en el partido de vuelta de los cuartos de final del certamen continental.
No hubo sorpresas en La Bombonera de los xeneizes. Porque con Barros Schelotto y Tévez dando múltiples problemas con su velocidad y habilidad para encarar, lo que también era apoyado por los continuos descuelgues de Jerez y el acompañamiento de Donnet, Boca también recibió a un Cobreloa nervioso, que recurrió mucho al foul para tatar de controlar a los escurridizos rivales.
Con goles de Donnet y Tévez, Boca confirmó lo hecho en Calama.
Y producto de ese descontrol y de los aciertos argentinos, Boca se puso arriba en el marcador por 2-0 en apenas 14 minutos, con goles de Donnet y Tévez. La goleada se venía, pues Boca manejaba los hilos incluso después de los tantos y Cobreloa no daba con el aire y el juego colectivo para tratar de emparejar las acciones y alimentar a Martel, Galaz y Jaime González.
Las 30 mil personas que había en La Bombonera no tenían de qué preocuparse, pero la cara les cambió cuando Galaz se fue por el centro apilando rivales, dejó en el camino a Schiavi y Crosa y con un toque de derecha liquidó el achique de Abbondanzieri.
Pero ni siquiera el gol hizo que Cobreloa se arrimara, o por lo menos hilvanara alguna jugada de peligro para el portero trasandino. Eso cambió en la segunda fracción, producto de un adelantamiento general de las líneas chilenas, en busca de la paridad y de un resultado más decoroso.
Si bien los hombres de Acosta no se crearon oportunidades claras para marcar, sí tuvieron más el control de la pelota y con velocidad y despliegue físico -Boris González y Martel destacaron en eso- presionaron y arrinconaron a los xeneizes.
El juego de Boca no resultó ser muy vistoso, y varios de sus jugadores evitaron caer en las provocaciones. Pero no por eso pasaron zozobras. Apostaron al contragolpe que nunca pudieron aplicar con rigurosidad y rapidez, mas tampoco vieron peligrar la ventaja.
Boca Juniors celebró y ya se puso a pensar en River Plate, su rival clásico que deberá enfrentar el domingo por la liga local. También en América de Cali, al que deberá enfrentar en semifinales. Cobreloa se fue con la frente en alto, con dos derrotas a cuestas y las manos y la boca vacía, pero tranquilos. Es que Bianchi tenía razón cuando la semana pasada, tras vencer en Calama, dijo que "esto no ha terminado, Cobreloa es muy peligroso de visitante".
Pero ya se acabó.