LOS ANGELES.- Steve Kerr, el tercer base de los San Antonio Spurs en la rotación, tuvo una actuación memorable y llevó a su equipo a la final de la NBA tras derrotar a los Dallas Mavericks, por 90-78, en el sexto partido de la serie.
Kerr entró en el partido cuando los Spurs perdían por 15 puntos, al final del tercer cuarto, y anotó cuatro triples sin fallo, además de dirigir al equipo con la sapiencia que les faltó a sus compañeros Tony Parker y Speedy Claxton.
Gregg Popovich, entrenador de los Spurs, nunca confió en este hombre, a pesar de que llegó al equipo después de haber demostrado su gran calidad en aquellos Chicago Bulls de Michael Jordan y compañía, donde consiguió tres anillos de campeón, siendo básico en los esquemas de Phil Jackson.
Durante el encuentro disputado en Dallas en la noche del jueves, Popovich prácticamente se vio forzado a alinearle, pues Parker padeció problemas gástricos que no le dejaron jugar en condiciones, mientras Claxton nunca convenció.
Kerr ofreció, de repente, una solución en el tiro exterior y trastocó por completo los planes de los Mavericks, que ya no pudieron seguir concentrados en su defensa sobre Duncan, atendiendo sin éxito tanto a los peligros del perímetro como a los del juego interior.
Kerr fue el gran responsable del increíble parcial ganador de 23-0 en el último cuarto, que hundió a los Mavericks y llevó a los Spurs a la final de la NBA cuando ya pensaban en marcharse a un séptimo y definitivo partido.
"Ha sido una de las mejores noches de mi carrera. Tengo 37 años y ya dudaba de mis posibilidades de jugar un partido así", indicó Kerr.
"Una de las cosas que me dije a mí mismo al comienzo de la temporada es que quizás no tendría un buen año ni metería muchos puntos. Pero siempre llega una oportunidad donde debes demostrar tu calidad. Y así sucedió esta noche. Me sentí increíblemente bien", añadió el pequeño base.
Los Mavericks volvieron a mostrar ese espíritu de lucha que ya les dio la victoria en el quinto partido, sobreponiéndose a la baja por lesión de Dirk Nowitzki. Dallas jugó con un nivel de intensidad tremendo y realizó una defensa extraordinaria sobre Duncan, la pieza angular de los Spurs, quien sólo pudo brillar en el último cuarto, finalizando con 18 tantos.
El alero Stephen Jackson, otro actor secundario en los Spurs, fue el jugador que sostuvo el ataque del equipo texano, anotando 24 puntos, incluidos cinco triples de siete intentos.
El escolta Emanuel Ginobili también participó a excelente nivel, especialmente en los últimos dos cuartos, donde se entonó hasta llegar a anotar 11 puntos. Además, ofreció una magnífica defensa y supo leer con sapiencia los ataques de su equipo en los momentos decisivos.
Los Mavericks lo hicieron todo bien hasta llegar al último cuarto, en el que no encontraron forma alguna de sumar canastas, sin duda soprendidos por la aparición de Kerr. Nick Van Exel, con 19 puntos, fue su máximo anotador.
Siempre quedará la duda de ver qué habría pasado si los Dallas Mavericks hubieran contado con su estrella Dirk Nowitzki en los últimos encuentros de esta serie.
En cualquier caso, los Spurs partirán como claros favoritos de la final de la NBA, con los Nueva Jersey Nets como adversarios, quienes afrontan esta decisiva serie después de haber eliminado por 4-0 tanto a los Boston Celtics como a los Detroit Pistons.