PARIS.- Tras caer ante Juan Carlos Ferrero (3° de la ATP), el español Félix Mantilla bromeó hasta el cansancio con la "clase de tenis" que le dio su compatriota.
Y no es para menos. Ferrero pasa por un muy buen momento tenístico y físico. Con 23 años (12 de febrero de 1980), es natural de Onteniente y este año acumula una serie de éxitos que comenzó con la final de Sydney (cayó sorpresivamente ante el coreano Hyung Taik-Lee), luego hizo cuartos de final en el Abierto de Australia y en Rotterdam, hasta llegar a los títulos en Montecarlo y Valencia, aunque entre éstos perdió en semifinales en Barcelona ante el ruso Marat Safin.
"A diferencia del pasado año (cayó en la final de Roland Garros ante otro español, Albert Costa), estoy bien físicamente, muy fresco y dispuesto para los próximos partidos, que serán los más importantes", dijo Ferrero tras su triunfo sobre Mantilla.
"Me he sentido muy a gusto desde el principio, pero la clave es que hoy he jugado diferente que las otras veces contra Mantilla, centrándome más en su derecha que en su revés. Su derecha es algo más floja", comentó.
No cabe duda que el fuerte de Ferrero está en su juego sobre la arcilla. Es ahí donde muchas veces se torna casi impasable, muchas veces invencible, con un servicio regular un "drive" fuerte y que molesta y un revés que hace correr con facilidad.
Con González se ha encontrado en dos oportunidades desde que ambos ingresaron al profesionalismo de la ATP (Ferrero en 1998 y el chileno un año después). Ambas fueron en 2002, en Basilea y el US Open: González triunfó por 6-4, 4-6 y 6-1 en Suiza y por un triple 6-4 en Estados Unidos.
"No me dejará jugar como Félix, pega muy fuerte y a la segunda o tercera bola sé que vendrá un pelotazo. Tendré que estar muy atento y sé que tengo que dominar yo antes que él el punto", señaló el español sobre su próximo rival en París.
"Es un enemigo muy duro, las dos últimas veces perdí contra él en Basilea y en el US Open, pero sé que si juego mi partido puedo ganar", añadió.
Ferrero puntualizó que su enfrentamiento con el chileno será para su rival una espada de doble filo. "No tiene experiencia de jugar unos cuartos de final aquí, pero jugarlos precisamente le dará también motivación especial".
"Las bolas están pesadas y eso le vendrá bien a él, pero yo también pego fuerte, y me va bien también. Ahora sé que me faltan tres partidos para ganar pero he de centrarme en este próximo", dijo.