PARIS.- El argentino Guillermo Coria logró hoy el éxito más importante de su carrera al derrotar al estadounidense Andre Agassi por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4 y avanzar a las semifinales de Roland Garros.
"Agassi es mi ídolo desde la infancia, es mi sueño, no se puede explicar la alegría que tengo hoy. Tenía muchas ganas de ganar, le puse mucha garra y me olvidé del cansancio", dijo Coria a la televisión francesa tras las dos horas y 32 minutos de partido.
Coria jugó el partido de su vida. Rápido de piernas, con resolución, con una gran ambición en cada uno de sus golpes, el de Rufino cambió el signo del encuentro, teniendo en cuenta que en las dos ocasiones anteriores había cedido contra el de Las Vegas.
Su clasificación refrenda la temporada de tierra batida. Ha sido campeón en Hamburgo y finalista en Montecarlo, y ha explotado en París en el momento oportuno.
Como había dicho al alcanzar los cuartos, Coria salió decidido a olvidarse de que tenía ante sí a uno de los mitos de este deporte, a quien había visto por televisión, coronarse campeón aquí cuando él solo contaba ocho años.
El encuentro podría haber sido más fácil incluso para el argentino que se colocó con 4-1 en el primer set. Agassi mostró su clase para ganar después cinco juegos consecutivos. "El es un guerrero", dijo Coria, "y no se rindió".
Pero "El Mago" no se dio tampoco por vencido, siguió machacando con su revés paralelo, su mejor arma, y se hizo con el segundo parcial. "Ahí me di cuenta que tenía el partido ganado", señaló el argentino que alborozado recibió de Agassi su raqueta como mejor premio. "La tengo guardada ya", señaló con emoción.
"Me saqué todos los miedos y disfruté del partido, eso fue clave para ganar. Triunfé en un partido que en mi vida podré olvidar", añadió Coria sonriendo, enfundado con la camiseta de la selección argentina y con la medalla de River Plate, su equipo, al cuello.
Ahora el argentino, se enfrentará contra un jugador que le saca 23 centímetros, pero no tiene miedo: el holandés Martin Verkerk.
"Si, me saca cuatro cuerpos pero también jugué contra Philippoussis en Hamburgo y no me impresiona. Me hubiera gustado más enfrentarme contra Moyá, porque lo conozco y me daría más ritmo. Tengo que ser una pared para él, y sé que será un partido con poco ritmo pero he de jugar como lo vengo haciendo".
Por la jerarquía de su rival y el escenario en que fue logrado, el éxito de Coria marca un hito en la historia del tenis de su país, que atesora un sólo título de Roland Garros, el de Guillermo Vilas en 1977.
El último argentino semifinalista en el Abierto de Francia había sido Franco Squillari, en 2000. Vilas y José Luis Clerc fueron los otros dos que alcanzaron la penúltima ronda, con Vilas ganando un título y disputando tres finales.