SANTIAGO/PARIS.- El tenista español Juan Carlos Ferrero (3° de la ATP) terminó con el sueño del chileno Fernando González (20°) en las canchas de arcilla de Roland Garros y lo eliminó en cuartos de final, tras tres horas y 14 minutos de partido.
Ferrero se impuso por 6-1, 3-6, 6-1, 5-7 y 6-4, en un encuentro que sólo vino a encederse en la última manga, cuando ambos jugadores jugaron más agresivos, erraron menos y dejaron el físico y el corazón en la cancha para avanzar a semifinales, y enfrentar a otro español, el campeón defensor Albert Costa.
Con el aplomo y la inteligencia que lo caracteriza, Ferrero comenzó el partido con el pie derecho e imponiéndose por 6-1 tras dos quiebres en los juegos cuarto y sexto. De González, poco y nada. Errático, especialmente con su derecha y el primer servicio (una colocación de apenas 16%), y con poco movimiento en la cancha, no opuso mayor resistencia.
Pero los papeles se invirtieron en la segunda manga. Si bien González subió su efectividad con el primer saque a cerca de un 50%, fue su juego más atildado, con menos presión y menos errático el que le permitió sumar un quiebre en el segundo game para quedarse con el set por 6-3.
Recién apenas iba una hora de partido y las cosas comenzaban otra vez para ambos. Y como al principio, Ferrero entró más concentrado, con un poco más de ritmo y sintiendo más la pelota pese a los múltiples errores no forzados de González (en el partido sumó 117 contra 77 del español). Dos quiebres nuevamente le permitieron a Ferrero imponerse por 6-1, en 29 minutos.
El chileno resucita y alarga el partido
Con el marcador en su contra, González volvió a soltar la mano. Su primer servicio rondaba por el 58%, pero sus errores no forzados seguían siendo su debilidad (por contrapartida, sus "winners" llegaron a 60, contra 51 del hispano en todo el encuentro). Y se vinieron dos quiebres por bando hasta que cada uno mantuvo el suyo, pero el chileno volvió a quebrar para ganar el set por 7-5 tras 55 minutos de lucha.
Era todo o nada. Y en esa ley, el que menos falló fue Ferrero. El de Onteniente (Valencia) quebró en el tercer game y llegó a estar 3-1, pero González volvió a la vida y emparejó las cosas 3-3. Pero su físico no aguantó, pese al esfuerzo que realizó hasta la última pelota, y sus errores no forzados terminaron por enterrarlo, impidiéndole igualar lo hecho por su compatriota Luis Ayala los años 1958, 1959 y 1960 (en el primero y en el último incluso llegó a la final).
Ferrero volvió a quebrar en el séptimo game y ahí se encaminó al triunfo, no sin antes tener que recurrir a seis bolas para cerrar el partido. Lo tenía merecido, por lo hecho en el torneo y en la temporada 2003. González también, pero deberá esperar otra oportunidad y fallar menos en una instancia así.
"Ha sido un gran partido, él jugó excelente, mostrando todas sus calidades (...) El público ha estado magnífico, aguantando con sol y -temprano antes del encuentro- con lluvia", comentó el español al abandonar la cancha.
Este triunfo le permitió también a Ferrero colocarse por cuarta vez consecutiva en las semifinales del Abierto francés, un hito que hasta hoy sólo habían logrado cinco jugadores.
Los suecos Bjorn Borg (1978-79-80-81) y Mats Wilander (1982-83-84-85), el checo Ivan Lendl (1984-85-86-87) y el estadounidense Jim Courier (1991-92-93-94) habían sido los últimos en lograr las semifinales cuatro veces seguidas.
Manuel Santana (1961-62-63-64) había sido el único español en lograr este récord hasta hoy.