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Juan Carlos Ferrero ahora quiere ser número uno

El flamante campeón de Roland Garros augura una dura competencia con el australiano Lleyton Hewitt por ser el mejor del mundo, aunque también mencionó a Guillermo Coria y Fernando González como rivales directos en el circuito.

08 de Junio de 2003 | 14:01 | DPA
PARIS.- El español Juan Carlos Ferrero, nuevo campeón de Roland Garros, tiene como meta inmediata conquistar el número uno del mundo, el principal de los tres desafíos que se plantea para el futuro.

"Ser el número uno es la gran prioridad. Nunca estuve tan cerca como ahora", dijo Ferrero, que se desilusionó al saber que no avanzará mañana desde su tercer lugar en el ranking de la ATP.

"Soy uno de los jugadores ’top’. En la carrera de campeones soy el líder, y en el ranking avanzaré...", comenzó a decir, antes de golpear la mesa con gesto de enojo al saber que no avanzaría.

"Quiero ganar un Grand Slam en pista dura. Pienso en Australia, en el US Open...", agregó, antes de asegurar, en tono de broma revestido de seriedad, que en un mes ganará Wimbledon.

"Siempre creí que podía ganar Roland Garros. Y ahora creo que puedo ganarlo otra vez", dijo de cara al futuro. "Hoy jugué perfecto en todos los aspectos, en especial el mental".

Expansivo y alegre, Ferrero habló, custodiando el trofeo parisino, de la lucha que entablará en los próximos meses con el australiano Lleyton Hewitt por el número uno del mundo.

"Vamos a ver qué hace Hewitt en Wimbledon. Yo tenía acá la presión de defender los puntos de la final, y él tiene ahora la de defender el título de Wimbledon. Mi rival por el uno es Hewitt, porque no creo que Agassi juegue diez años más".

Cuando se le preguntó por otros nombres, citó en primer término al argentino Guillermo Coria -"el mejor entre los latinoamericanos"- y luego al chileno Fernando González, el único jugador que lo llevó a disputar cinco sets en Roland Garros.

Sus planes de festejo esta noche incluyen "una cena y una fiesta", aunque fue elusivo acerca de Patricia Bonilla, la muchacha a la que besó en la tribuna tras su triunfo. "Sin comentarios", dijo con una sonrisa.

Recordó emocionado a su madre, que murió de cáncer cuando él tenía 17 años -"supongo que hoy estaría en primera fila allí arriba, viendo mi partido"-, y confesó que ganar Roland Garros es de alguna manera una "liberación" para su carrera.
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