SAN PEDRO SULA/SANTIAGO.- El laboratorio de Juvenal Olmos volvió a funcionar. Y como tal, consiguió algo de crédito para el futuro luego del triunfo por 2-1 ante Honduras.
La "Roja" se impuso con goles de Héctor Tapia (45', de penal) y Mark González (57'), pero más allá del resultado, algo que sirve para aquellos que siempre critican que los equipos chilenos nunca ganan de visitante, hubo ciertos puntos para destacar.
El DT de la "Roja" tuvo sus aciertos ante Honduras.
El trabajo defensivo, pese a la desorientación de los primeros minutos por la rapidez y desdoblamiento de los hondureños, sigue mejorando. Y en eso, Pablo Contreras ha sido un baluarte en el centro de la zaga, haciéndolas de líbero y ordenando a sus tres compañeros, en este caso Jorge Acuña (luego Boris González), Ricardo Rojas y Rodrigo Pérez.
En la primera mitad, Maldonado tuvo el balón y lo distribuyó con acierto, pero le faltó marca, algo que sí dio Jorge Acuña en la segunda parte cuando Olmos mandó a la cancha a Joel Soto y Nicolás Córdova en reemplazo del mencionado Maldonado y Mirosevic.
Pero el que aprovechó su oportunidad fue Mark González. El joven de la UC dio un paso fuerte en el intento por conseguir una camiseta en la oncena titular. Sus desbordes y despliegue físico en el apoyo de Pérez, y obviamente el gol de la victoria, bastan para aprobar su desempeño.
De ahí para arriba falta. Mirosevic no se encuentra con su mejor rendimiento para convertirse en el "armador" en ausencia de David Pizarro. Martel no da lo mejor como generador de fútbol por el centro, lo suyo sigue estando por las bandas, donde sabe aprovechar su velocidad y habilidad. Y Tapia sólo se dedicó a luchar cada pelota que pasó por sus botines, aunque no dilapidó la oportunidad de reencontrarse con las redes.
Honduras complicó a la "Roja", pero terminó confundida. Los cambios realizados por Edwin Pavón desorientaron el orden y la penetración que había conseguido en la primera fracción. Los Martínez y los Palacios dieron problemas, mas terminaron chocando con la muralla comandada por Contreras y, especialmente, por la rendidora actuación de Nelson Tapia, que salvó su valla en tres o cuatro oportunidades.
Olmos ya tiene un par de ingredientes para su fórmula, de eso no hay duda. Ahora falta encontrar los otros acompañamientos y que éstos funcionen como él quiere. No es tarea fácil, pero ya hay algo de crédito para trabajar tranquilo. Eso lo dan los triunfos como el de este miércoles, aunque sea a duras penas.
