BUENOS AIRES.- Autoridades de Buenos Aires pidieron hoy que el clásico del domingo próximo entre San Lorenzo y Huracán, por el torneo Clausura del fútbol argentino, se juegue a puertas cerradas, después que una bomba incendiaria fuera arrojada en la sede del equipo visitante.
El ataque a la sede de Huracán, ubicada en la capital argentina, tuvo lugar esta madrugada cuando un pequeño grupo de individuos lanzó un recipiente explosivo contra la puerta de ingreso a la entidad mientras profería insultos contra el nombre del club, según informó la agencia noticiosa Télam.
"Ese artefacto explotó y provocó el estallido de los vidrios de las ventanas, quemó la puerta principal e incendió un pizarrón en el que estaban las anotadas las actividades diarias que se llevan a cabo en la institución", informó el encargado general de la sede de Huracán, Oscar Meles.
A raíz de ese incidente, la Legislatura porteña solicitó que el partido de la primera división San Lorenzo-Huracán "se juegue a puertas cerradas y sea televisado".
El vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian Caram, planteó "con carácter de urgencia" en la sesión parlamentaria de hoy "que por ley el partido se juegue a puertas cerradas y con televisación por un canal abierto".
Para esta petición, Caram se apoyó en la Constitución porteña que establece la obligatoriedad de las autoridades de la comuna de garantizar la seguridad pública.
En ese sentido invocó también antecedentes trágicos que derivaron de la disputa de este clásico barrial, como el asesinato en 1997 de un hincha de San Lorenzo.
Los hinchas este equipo ya anunciaron que concurrirán a presenciar el partido vestidos de negro, en señal de "luto" por el descenso de su clásico rival.
Concretando la peor campaña en torneos cortos, ya que en este Clausura apenas consiguió seis puntos y con un equipo plagado de juveniles, Huracán quedó condenado el domingo a la segunda división tras caer por goleada ante Boca Juniors.
