OLYMPIA FIELDS, Illinos.— Respondiendo a las críticas que apuntaban a su swing, Jim Furyk demostró que éste era suficiente como para llevarse el Abierto de Golf de Estados Unidos.
Furyk logró hacer historia en uno de los torneos más difíciles del mundo y se convirtió en el cuarto jugador en ganar con 272 golpes el torneo. Los otros son Tiger Woods, Jack Nicklaus y Lee Janzen. Esta es la tarjeta más baja que se ha conseguido en el torneo en sus 103 años de historia.
El estadounidense superó en tres golpes al segundo y su estrategia de juego, aunque sencilla, fue muy efectiva: enviar la bola a la mitad del "fairway" y asegurarse con el segundo golpe una entrada en el green.
Furyk siempre tuvo un liderato de tres golpes, pero no quiso demostrar su felicidad y emoción hasta llegar al hoyo 18, cuando el público comenzó a aplaudirlo y a saludarlo.
El estadounidense falló el "putt" que le hubiera dado el récord de 271 golpes, pero lo que realmente importaba era hacerse con el trofeo.
Woods pegó 272, 12 bajo par, hace tres años en Pebble Beach, que jugó como un par 71. Sigue siendo el único jugador en concluir un Abierto de Estados Unidos con dos dígitos bajo par.
Furyk estaba a punto de unírsele hasta que fracasó en salir detrás del green 17, y luego pegó tres putts a una distancia de aproximadamente 12 metros en el último hoyo.
Stephen Leaney de Australia, compitiendo por primera ocasión en un torneo de gran importancia, cayó cinco golpes detrás en la vuelta y ya no pudo recuperarse. Cerró con 72, pero el haber concluido en segundo lugar le asegura una participación en la Vuelta de la PGA para el próximo año.
Los únicos otros jugadores bajo par fueron el campeón de Masters Mike Weir (71) y Kenny Perry, cuyos 67 golpes fueron el mejor resultado en el día más difícil en Olympia Fields.
Furyk es conocido tanto por su firmeza de carácter como por su swing poco ortodoxo, y se apoyó en eso durante el día soleado al sur de Chicago. Nunca se acobardó durante las pocas veces en que estuvo en problemas, ni perdió el control de sus emociones cuando un aficionado salió corriendo de la galería en el 11o green.
Cuando dio un golpecito ligero para un bogey, dejó caer su putter, alzó sus brazos y luego abrazó al caddie Mike "Fluff" Cowan, que no ha ocupado ese puesto desde que se encargaba de la bolsa para Tiger Woods en el Masters de 1997.