ELCHE.- El Mallorca, guiado por su estelar delantero Samuel Eto’o, conquistó hoy la primera Copa del Rey de su historia tras derrotar al Recreativo de Huelva por 2-0.
Gran parte del título correspondió al mérito del camerunés Eto’o, quien jugó un partido completísimo que rubricó con dos goles espléndidos que sentenciaron el encuentro.
El partido pudo ser bien distinto si en el minuto 3 el delantero español Raúl Molina hubiera acertado en una ocasión clarísima para el Recreativo, ya que se plantó delante del portero argentino Leo Franco, quien actuó con reflejos para desviar el flojo lanzamiento del punta.
El equipo andaluz, fiel a su estilo, prefirió esperar bien armado atrás, poblando mucho el centro del campo para dificultar las maniobras del Mallorca, amante del toque.
En este contexto, el argentino Ariel Ibagaza, el motor del equipo balear, apenas tuvo participación y se resintió su equipo, con muchas dificultades para llevar con garantías el balón hacia la puerta contraria.
Pero el Mallorca se encontró con un claro penal cometido sobre Eto’o, lo que fue aprovechado por el delantero uruguayo Walter Pandiani para adelantar (m. 19) a su equipo en la final.
El conjunto entrenado por el técnico español Gregorio Manzano se situó más cómodo a partir de entonces y comenzó a maniobrar con mayor claridad, aunque sin ocasiones claras de gol.
El Recreativo se topó con un escenario indeseado y apenas creó oportunidades ante la puerta contraria hasta el descanso, al que se llegó con ventaja mallorquinista.
La segunda mitad fue más clara para el Mallorca, que apostó por jugar al contrataque, fiado a la velocidad de Eto’o, quien fue siempre una pesadilla para la portería andaluza.
La final quedó sentenciada en el minuto 73, cuando el delantero camerunés rompió la línea de fuera de juego y batió con claridad la meta del Recreativo.
Eto’o tuvo aún una nueva oportunidad de lucimiento, culminada con un bellísimo gol tras una acción individual a sólo seis minutos del final de encuentro.
El camerunés reivindicó su condición de "crack" con un partido que supuso el mayor momento de gloria de la historia del Mallorca, culminada con el primer título importante llevado hacia sus vitrinas.