BUENOS AIRES.- El entrenador chileno Manuel Pellegrini es hoy un hombre exitoso. Supo afrontar los negros nubarrones que se le presentaron en el horizonte y con trabajo llevó a River Plate a conquistar el torneo Clausura 2003, el tercer título en su cosecha personal con un equipo argentino.
Anteriormente Pellegrini logró el Clausura 2001 con San Lorenzo, y con el mismo equipo obtuvo la Copa Mercosur 2001, que se sumaron al campeonato que obtuvo con la Liga Deportiva Universitaria en el torneo ecuatoriano de 1999.
El ingeniero debió soportar miles de rumores que lo sindicaban con un pie afuera del club de Nuñez, y críticas por doquier cuando las cosas no marchaban como el hincha de River quería o tras la eliminación de la Copa Libertadores, con una goleada 4-1 ante el América de Cali.
La sombra de los éxitos de Boca Juniors, tradicional rival de River, se agigantaba con el paso del tiempo. Ni siquiera tras conquistar el Clausura puede librarse de ella, porque los "xeneizes" pueden incluso opacar el logro conseguido por los "millonarios" si el próximo miércoles consiguen la Copa Libertadores.
"Hubo técnicos de River que fueron seriamente cuestionados luego de ganar muchas cosas, porque los hinchas millonarios, como el resto de los argentinos, son pasionales", había señalado Pellegrini cuando las críticas arreciaban sobre su persona.
Sin embargo, Pellegrini supo capear el temporal que en este mismo Clausura 2003 se le presentó tras la derrota ante Vélez por 1-0, en el propio Monumental y en tiempo de descuento.
Con un trabajo casi sin estridencias, Pellegrini sabía que debía ganar uno de los dos torneos que River disputaba en el primer semestre del año para poder borrar las críticas hacia su persona.
Por ese motivo, no es de extrañar que ya se hable de una continuidad del chileno al frente del plantel "millonario", al menos por otro año.
"River es el equipo que da mejor espectáculo", disparó a modo de desafío Pellegrini cuando el torneo estaba más caliente que nunca y la definición parecía por demás incierta.
Pero lo cierto es que no se equivocaba, porque tras perder con Vélez en la segunda fecha, River enhebró 16 partidos sin derrotas y además tuvo a la delantera más goleadora del certamen.
Pellegrini encontró el equipo con el correr de las fechas, y en una llamativa decisión utilizó tres arqueros a los largo del Clausura: Angel Comizzo (un partido), José Buljubasich (12) y Franco Costanzo (5).
Pero asimismo, armó una buena defensa y supo rotar a los jugadores cuando la Copa Libertadores y el propio Clausura se devoraban piernas y aumentaban el cansancio.
Sin dudas la gran figura resultó ser Andrés D'Alessandro, a quien Pellegrini le otorgó la capitanía, y el jugador respondió concretando un torneo perfecto, con partidos memorables y el agregado de seis goles.
En la delantera contó con la temible capacidad goleadora de Fernando Cavenaghi, quien con 12 tantos volvió a ser el máximo artillero "millonario" por tercer torneo consecutivo.
Finalmente, con un golazo de Víctor Zapata -quien abrió el camino para la victoria sobre Olimpo de Bahía Blanca por 2-0-, River y Pellegrini pudieron festejar a una fecha para que concluya el Clausura, dándole a la entidad el título local número 31 en su historia.
"Estoy orgulloso por el campeonato logrado, que era uno de nuestros objetivos y por haber conducido un grupo de gran fortaleza anímica en la cancha. El plantel de River merecía este título por la campaña que hizo y el nivel de juego que demostró en el desarrollo del campeonato", comentó un reconfortado Pellegrini en plena efervescencia por el título obtenido.
Aguilar ya mira al futuro
"Ya estábamos conformes con su trabajo, saliera o no campeón. Aunque el título aligera la carga. Sin dudas...", admitió José María Aguilar, presidente de River Plate.
"Tras un cambio de rumbo y de perfil, con otra mirada sobre la dirección técnica a través de la contratación de Pellegrini, vamos a profundizar el proyecto (deportivo) con la renovación de su contrato", anticipó Aguilar, en diálogo con radio La Red.
Según Aguilar, "esta semana nos sentaremos a conversar con él sobre la continuidad de su vínculo en River, en base a la coincidencia en los objetivos y los métodos para alcanzarlos".
Aguilar dijo que los festejos por el campeonato argentino número 31 en la historia de River fueron mesurados porque "ser campeón es una sana costumbre" de ese club y no porque Boca Juniors podrá opacar la conquista si este miércoles gana la Copa Libertadores de América.
"Esta campaña fue compleja, con momentos duros. Pero el balance es positivo, tanto en lo futbolístico como en el orden económico, ya que nos causa gran satisfacción haber bajado 20 millones de pesos (poco menos de 7 millones de dólares) el pasivo de la institución", agregó Aguilar.
El dirigente destacó que River se consagró el domingo ganándole 2-0 a Olimpo "con ocho jugadores surgidos en las divisiones juveniles del club", por lo que buscará fortalecer esa línea aún tras las ventas de los defensores Ariel Garcé y Martín Demichelis.
"Esta obra todavía no ha sido terminada", dijo el propio Pellegrini, confiado en que la renovación del contrato le permitirá conquistar la Copa Libertadores de América, un título que se frustró este año, en cuartos de final, ante América de Cali.