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Roger Federer gana el Abierto de Wimbledon

Se convirtió en el primer jugador suizo en ganar un título del Grand Slam al derrotar hoy en una final perfecta para él al australiano Mark Philippoussis por 7-6 (5), 6-2 y 7-6 (3).

06 de Julio de 2003 | 12:50 | Agencias
LONDRES.- Roger Federer se convirtió en el primer jugador suizo en ganar un título del Grand Slam al derrotar hoy en una final perfecta para él al australiano Mark Philippoussis.

Federer dominó el duelo con una absoluta maestría y se impuso por 7-6 (5), 6-2 y 7-6 (3) al jugador "aussie" en una hora y 56 minutos, sin conceder un solo punto de ruptura en todo el partido, anotando 21 saques directos y logrando 44 puntos con ese arma. Phillipoussis sumó 14 para un total de 50, pero se vio desbordado por el europeo en todas las facetas.

El nuevo campeón tiene motivos para estar satisfecho. En su partido de octavos de final contra el español Feliciano López tuvo que recibir tratamiento en la pista porque su espalda no aguantaba. "Alguien debió bajar y tocarme ahí porque ha sido increíble", dijo.

Días después levantaba el trofeo más importante del circuito y se ganaba la admiración de los 13.810 que mayoritaria y descaradamente se colocaron a favor del australiano desde el principio, con banderas y canguros de plástico y animándole desde el primer punto.

Martina Hingis, nacida en Eslovaquia pero nacionalizada suiza, ganadora de cinco Grand Slams, no está sola ya en la historia de este país, que hasta hoy solo contaba con Marc Rosset, semifinalista de Roland Garros en 1996, como mejor resultado en un grande.

Federer sumó su quinto título de la temporada (Marsella, Dubai, Munich y Halle) y el noveno de su carrera. Además lo hizo cediendo solo un set en sus siete partidos. Igual que su ídolo, Pete Sampras, en 1998, a quien derrotó en uno de sus mejores encuentros, en el 2001, cuando mostró al mundo que un día triunfaría en el All England Tennis Club.

Apoyado por su entrenador, el sueco Peter Lundgren, y por su novia, la ex jugadora Miroslava Vavrinec desde la grada, Federer se ha convertido en el cuarto campeón júnior que logra el título principal después, tal y como hicieron antes Bjorn Borg (1976-80), Pat Cash (1987) y Stefan Edberg (1988 y 1990), una victoria que lleva unido un cheque por 805.000 euros.

Federer además, arrebata el primer puesto de la clasificación Carrera de Campeones al español Juan Carlos Ferrero, campeón de Roland Garros. En la Lista de Entradas, el suizo subirá hasta el tercer puesto, justo detrás de Ferrero.

A pesar de no contar con experiencia alguna en una final del Grand Slam (Philippoussis disputó la del Abierto de Estados Unidos en 1998) al suizo le sobraron arrestos para saltar a la central y dinamitar con su juego el fortín del saque del australiano.

"Todo su arsenal funciona al completo", relataba entusiasmado Boris Becker, tricampeón de Wimbledon y ahora comentarista de la BBC. Federer restaba impecablemente, leía a la perfección los saques de "Scud", que incluso logró uno a 222 kilómetros por hora. Quizás por ello le había ganado antes en dos de sus tres enfrentamientos.

En un anticipo de una de las semifinales de Copa Davis que enfrentará a Australia y Suiza el próximo septiembre en Melbourne, el suizo nunca estuvo en peligro. Se hizo con el igualadísimo primer set, solo por un fallo del australiano, que cometió una doble falta en el desempate, crucial para su desempeño pues le costó la manga.

Pero a partir de aquí la improvisación, el genio y el temperamento ganador de Federer se impuso de repente. Rompió dos veces seguidas en el segundo set. Mostró su increíble revés liftado del que Andy Roddick había dicho que era el mejor del mundo, y sacrificó a Phillippousis con una castigo de perfección que el de Melbourne no pudo aguantar.

"Scud", verdugo de Andre Agassi, buscaba el séptimo título para Australia en Wimbledon para ofrecérselo a su padre Nick tras superar un cáncer, pero no tuvo la más mínima ocasión para poder entrar en el partido. Incluso en el tercer set cuando serenó su juego y su saque comenzó a funcionar algo mejor, se desmoronó en el desempate, donde enseguida Federer se colocó con ventaja de 6-1.

El australiano salvó dos bolas de partido pero no la tercera, un resto de revés a la red. Federer se arrodilló en la pista y se llevó las manos a la cabeza. Había conseguido el título que todos ansían.

"El ha sido mejor y ha ganado merecidamente", dijo un apesadumbrado Philippoussis, "puede estar muy orgulloso de lo que ha hecho en estas dos semanas. Para mi hay un gran camino de vuelta a casa ahora, pero esto ha sido solo el comienzo", añadió.

Federer apenas podía hablar, embargado por la emoción. "Es un sueño hecho realidad, incluso de pequeño bromeaba diciendo, un día lo ganaré, y ahora lo he hecho, y por que no es posible ganar otro Grand Slam?", se preguntó, para romper a llorar preso de la emoción.
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