LONDRES.- Las ligas de primera división de fútbol de todos los países se limitarán a un máximo de dieciséis equipos si la propuesta del presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, es aceptada el año que viene.
Blatter, en declaraciones en una mesa redonda con los medios, dijo que propondrá esta idea en el Congreso Extraordinario de la FIFA que se celebrará el próximo octubre en Doha (Qatar).
Si los delegados aprueban esta proposición en el congreso de octubre sería ratificada en el Congreso del Centenario de la FIFA, que se celebrará en París en mayo.
"El número ideal de clubes en la máxima división es de dieciséis para que se jueguen treinta partidos por temporada", señaló Blatter. "He hablado con muchos presidentes de equipos y de asociaciones nacionales y (la propuesta) estará en la agenda de Doha", añadió el suizo.
"No podemos reducir las ligas de una sola vez. Hay contratos y cuestiones de márketing que deben considerarse", explicó el presidente de la FIFA.
"Siempre nos dicen que hay demasiado fútbol y que los jugadores juegan demasiados partidos. Pero esto no sucedería si se reduce el número de equipos", agregó.
Blatter explicó que si la propuesta se convierte en ley sería de aplicación en todas las asociaciones miembros de la FIFA, incluidos países como España que tienen más equipos en la primera división.
Preguntado por las consecuencias de una posible desobediencia por parte de alguna federación, Blatter fue tajante y explicó que la selección sería excluida de todas las competiciones oficiales. "No habrá más competición de la selección, sólo liga de clubes", explicó.
Blatter negó que exista contradicción entre los intentos de reducir el número de partidos de liga a la vez que se crean nuevas competiciones como la Copa de Confederaciones.
Además de España, donde juegan 20 equipos en la Primera División, Francia cuenta con la misma cantidad de clubes, mientras que Italia y Alemania tienen 18.
El presidente de la FIFA ya acusó, el pasado mes de junio, al campeonato español de "falta de disciplina" por no respetar las fechas reservadas para la Copa de Confederaciones. Blatter reconoció que había tratado el caso con el presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), Angel María Villar, el cual "cerró los ojos, los oídos y la boca".