BUENOS AIRES.- El defensa chileno Rafael Olarra, fichado por Independiente de Avellaneda, llamó la atención a los argentinos hace más de tres años cuando, junto a sus compatriotas Alvarez, Maldonado y Henríquez, se "deglutió" a un equipo de estrellas albicelestes en el que destacaban Aimar, Saviola y Riquelme.
Olarra estuvo a punto de ser fichado por Boca Juniors en 2001, pero se fue a jugar a Osasuna de España, y ahora recala procedente de Universidad de Chile en un medio en el que impresionó por su calidad y firmeza en los marcajes.
El pasado le devolvió la mano
En febrero de 2000, en la ciudad brasileña de Londrina, Olarra jugó con la selección Sub 23 de su país la clasificación para los Juegos Olímpicos de Sydney frente a Argentina, y la obtuvo con una victoria por 1-0, resultado que alcanzó con un tanto de Reinaldo Navia a los 88 minutos de juego.
Al equipo argentino, que dirigía José Pekerman -varias veces campeón del mundo con la Sub 20-, le llamaban el "dream team", ya que contaba con jugadores estelares como Diego Placente (ahora en el Bayer Leverkusen), Esteban Cambiasso y Gabriel Milito (Real Madrid), Pablo Aimar (Valencia), Javier Saviola y Juan Riquelme (Barcelona), entre otros.
Aquella fue una de las grandes frustraciones del fútbol argentino de los últimos años, ya que se consideraba que con esos jugadores era posible alcanzar una medalla olímpica en Australia, tras obtener la de plata cuatro años antes en Atlanta 96.
Los chilenos se alinearon en Londrina con Javier Di Gregorio; Cristián Alvarez, Claudio Maldonado, David Henríquez, Rafael Olarra; Rodrigo Tello, Pablo Contreras, Rodrigo Núñez, David Pizarro (Julio Gutiérrez); Rodrigo Ríos (Reinaldo Navia) y Héctor Tapia.
Argentina dominó las acciones en una buena parte del partido, pero superar a esa defensa chilena le resultó imposible.
Olarra y el equipo reforzado con el portero Nelson Tapia, el defensa Pedro Reyes y el delantero Iván Zamorano, dirigidos por Nelson Acosta -desde hoy seleccionador de Bolivia- fueron a los Juegos de Sydney y obtuvieron el bronce olímpico.
No quedaban dudas de que al futbolista de la "U", que por entonces tenía 22 años, se le abría la puerta grande del fútbol internacional.
Quien pidió casi de inmediato su fichaje fue Carlos Bianchi, el entrenador boquense que ganó tres Copas Libertadores con el equipo azul y oro y otra con Vélez Sarsfield, pero en aquellos momentos la oferta del club argentino no fue tenida en cuenta en Chile.
Pero ahora es Oscar Ruggeri el que podrá contar con él en un equipo que se renueva aceleradamente para jugar el torneo Apertura 2003 y la Copa Sudamericana.
"Para mí fue un sueño siempre buscado jugar en la Argentina", dijo el defensa chileno a radio ESPN-Rivadavia de Buenos Aires.
"No vengo a reemplazar a nadie. Sólo aseguro trabajo y dedicación como siempre lo hecho y hasta ahora nadie me ha recriminado nada", añadió.
"Siempre dije que era un sueño para mí venir a la Argentina. Independiente es el Rey de Copas y es un club de mucho prestigio. Ha pasado jugadores como Bochini, Vargas y muchos otros", indicó.
Olarra es el tercer refuerzo de Independiente, tras el fichaje del defensa Félix Benito, ex San Lorenzo, y el delantero Cristian Castillo, procedente del Olimpo de Bahía Blanca.