SANDWICH, Inglaterra.— El estadounidense Ben Curtis, un novato en el tour de la PGA, se alzó sorpresivamente con el título del Abierto Británico, luego que el danés Thomas Bjorn dejase escapar una ventaja de dos golpes.
Curtis, jugando su primer torneo grande, venció a Tiger Woods, Bjorn y a una constelación de estrellas, en el que fue quizás el cierre más espectacular de un Grand Slam en 90 años.
Bjorn parecía encaminarse a la victoria gracias a su ventaja de dos golpes y cuatro hoyos por disputar. Pero Bjorn necesitó de dos golpes para salir de un bunker en el hoyo 16, dejando escapar el primer lugar.
Curtis terminó con una tarjeta de 69 golpes, dos bajo el par, para un total de 283 en el campo del Royal St. George’s. Fue el único golfista que pudo redondear el par en el torneo.
Bjorn terminó empatado en el segundo lugar junto al fiyiano Vijay Singh, ambos con un 284.
Woods embocó "birdies" en tres de cuatro hoyos, entre el cuatro y el siete, para meterse de lleno en la puja, pero de a poco su juego se fue diluyendo y concluyó con anotación de 71 para un total de 285.
El astro estadounidense tuvo que compartir el cuarto sitio con su compatriota Davis Love III. Woods ahora tiene cuenta de 5-0 en los últimos Grand Slams que ha disputado.
Curtis, de 26 años, terminó primero su ronda y se dedicó a esperar la faena de los demás.
Primero fue Bjorn con su infortunio en el 16, después Woods que no encontró la forma de depositar pelotas en los fairways, luego Singh que falló en los "putts" y finalmente Love, a quien se le acabaron los hoyos.
La debacle de los grandes permitió que el trofeo de más tradición en el golf fuese para un jugador que jamás había logrado colocarse entre los diez primeros de un torneo de la PGA.
Su mejor resultado fue hace dos semanas en el Western Open, empatando por el 13er lugar, lo que le permitió clasificarse al Open británico.
Nadie, pero absolutamente nadie, le había dado oportunidad alguna de ganar, pero fue el que mejor golf mostró en los cuatro días en el traicionero campo sobre el Canal de la Mancha.
Curtis vio por televisión como Bjorn puso una pelota en el rough del 18, apenas corto del green. Creyendo que le tocaría un desempate, Curtis se dirigió al campo de prácticas.
Pero cuando Bjorn falló un putt para birdie, Andrew Sutton, el caddie que Curtis contrató hace una semana, le dijo: "Ben, eres el campeón del Abierto Británico".
Se cree que Curtis es el primer golfista desde Francis Ouimet en el US Open de 1913 que gana el título en su debut en un torneo grande.
No es el primer batacazo en un Grand Slam, ya que los ejemplos sobran.
Paul Lawrie en el Abierto Británico de 1999, cuando Jean Van de Velde se desplomó en el hoyo final; la victoria de John Daly en el Campeonato PGA de 1991 tras llegar como suplente; y el triunfo de Jack Fleck sobre Ben Hogan en un desempate en el US Open de 1955.
Pero lo hecho por Curtis sin duda se gana un espacio entre las grandes sorpresas de todos los tiempos.
"Es algo increíble", dijo Curtis. "Para ser honesto, con el lograr pasar el cut me conformaba. Simplemente hice mi golf. Uno nunca sabe lo que puede pasar".
Al recibir el trofeo de plata, Curtis no pudo contener la emoción al darle gracias a su familia y novia.
Ya nadie podrá decir que Curtis es un desconocido. Se llevó un premio de 1,2 millones de dólares y de paso se aseguró un boleto directo para torneos PGA por los próximos cinco años.
"Este el torneo más importante de todos", declaró Curtis. "Me siento muy afortunado de que mi nombre esté al lado de tantas leyendas que alzado el trofeo, Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Ben Hogan, Bobby Jones".
Los derrotados se lamentaban de las oportunidades que dejaron escapar.
"Me merecía un mejor resultado. Pero así son las cosas. Hay que seguir adelante, pero es un trago amargo", declaró Bjorn.
Woods estuvo más cerca de ganar un título grande que en los cuatro previos. "Tuve la oportunidad. Simplemente no pude embocar mis putts".