SAINT MAIXENT L’ECOLE, Francia.— Jan Ullrich no se da por vencido y el viernes le rebanó dos segundos a la ventaja que mantiene Lance Armstrong en la clasificación absoluta del Tour de Francia, que a todas luces tendrá un final no apto para cardíacos.
Esos dos segundos, aunque parezcan poco, pueden resultar cruciales de cara a la contra reloj del sábado, en la que debe decidirse de una vez por todas el campeón del Tour del Centenario.
El alemán Ullrich, campeón en 1997, está ahora a 65 segundos del estadounidense Armostrong, tras completarse la 18va etapa del Tour.
El ganador del tramo fue Pablo Lastras, del equipo Ibanesto.com, quien le dió al ciclismo español su cuarta victoria en el Tour, al imponerse en el sprint al francés Carlos Da Cruz y al italiano Daniele Nardello.
Ullrich logró adelantarse a Armstrong en una meta volante intermedia para recibir una bonificación en la etapa de 203,5 kilómetros, en terreno llano, entre Burdeos y este pueblo en el occidente de Francia. En esa meta volante, Armstrong fue tercero.
El Tour ha sido uno de los más reñidos en tiempos recientes y Armstrong ha tenido que luchar como nunca en su empeño por emular el récord de cinco victorias consecutivas del legendario español Miguel Indurain.
El desenlace está para comerse las uñas y el antecedente más cercano fue la sorprendente victoria del estadounidense Greg Lemond, por escasos ocho segundos, sobre el francés Laurent Fignon en 1989. Ese ha sido el margen de victoria más estrecho en la historia del Tour.
"Creo que para el año del centenario el destino nos ha regalado algo extraordinario", declaró el francés Bernard Hinault, cinco veces campeón del Tour. "Este Tour podría decidirse por centésimas de segundo".
Con la carrera para cualquiera, los dos segundos que Ullrich le recortó a Armstrong le sirven para subirle la moral previo a la contrarreloj entre Pornic y Nantes de 49 kilómetros.
"Dos segundos son dos segundos", declaró Alain Gallopin, uno de los entrenadores del equipo Bianchi. "Jan va a darlo todo el sábado".
Armstrong, sin embargo, le restó importancia, el empuje logrado por Ullrich. "No me parece tan importante perder un par de segundo", dijo el pedalero de 31 años, quien nunca ha perdido la última contra reloj del Tour desde que ganó su primer título en 1999.
"Estoy tranquilo. Sigo confiado, porque siempre me ha ido bien en la contra reloj", añadió.
Ullrich confía repetir su gran actuación en la contra reloj previa, el viernes pasado, cuando le recortó 96 segundos a Armstrong.
La explicación del estadounidense es que el calor lo afectó y se deshidrató. Ahora el clima es más fresco y Armstrong parece ser el de siempre, tomando como referencia su gran victoria el lunes en los Pirineos, cuando se repuso de una caída y rebasó a Ullrich.
"Siente que nadie le puede ganar", declaró Johan Bruyneel, entrenador del US Postal Service, el equipo de Armstrong. "La moral bien, está feliz. Creo que le irá muy bien en la contra reloj".