BUENOS AIRES.- El posible retorno del mediocampista Juan Román Riquelme a Boca Juniors divide a los dirigentes del club argentino entre los que desean verlo nuevamente jugando en la Bombonera y aquellos que no están dispuestos a pagarle un millón de dólares al Barcelona de España por el préstamo.
El miércoles por la noche los dirigentes de Boca tenían que tratar, en Comisión Directiva, el tema de Riquelme, pero la firme oposición del presidente Mauricio Macri a pagar una alta suma por el préstamo del jugador, volcó la balanza hacia la inviabilidad del regreso, señala la prensa local.
"Riquelme no está al alcance de Boca. Salvo que nos llamen del Barcelona y nos hagan el favor de cederlo gratis, nosotros no podemos pagarle ni un mes de sueldo", reiteró Macri, según publica hoy el diario "Clarín".
Sin embargo, desde la parte dirigencial que pretende el regreso de Riquelme esgrimen un argumento contundente, y comparan el millón de dólares que costaría el préstamo con el Barcelona, con los 1,3 millones de la misma moneda que debió erogar Boca para tener al delantero Roberto "Pampa" Sosa durante un año, sin que los resultados fueran los esperados.
Tampoco desde el Barcelona los dirigentes de Boca recibieron demasiadas voces de aliento para entablar una conversación seria por Riquelme, ya que los máximos responsables del equipo catalán pretenden ceder al jugador a un club europeo.
El libro de pases en Argentina, de cara al torneo Apertura, cierra esta noche, y Boca podría inscribir a Riquelme, con lo que ganaría una semana más para tratar de negociar su regreso si es que los dirigentes que impulsan esa moción tienen consenso en el seno de la Comisión Directiva.
Riquelme le confesó al enternador de Boca, Carlos Bianchi, sus deseos de regresar al club, pero los dirigentes no están del todo convencidos, en especial por el alto costo de su préstamo -un millón de dólares- y del sueldo que la entidad argentina debe abonarle, ya que el jugador cobra tres millones de euros anuales.