UDINE.— La negociación para el traspaso del volante chileno David Pizarro del Udinese a la Lazio se reabrió de improviso, a pesar de que se había cancelado hace algunos días.
Con mucha cautela, tras una euforia inicial que terminó en fracaso, el presidente del Udinese, Gianpaolo Pozzo, dijo que ambos clubes reanudaron conversaciones.
"Las dos sociedades están negociando", afirmó Pozzo, aunque agregó: "No hay nada concreto: es un mercado anómalo, hoy mi jugador (Pizarro) gusta; mañana, quién sabe".
Además de la Lazio, la Juventus había expresado su interés por el mediocampista chileno.
La negociación con el Lazio ha durado más de un mes, y se ha interrumpido en varias ocasiones. Ahora podría ser la oportunidad decisiva para el traspaso de Pizarro, el sueño del jugador, según declaró.
Al fracasar la negociación, el futbolista no se mostró contento de permanecer en el Udinese.
Ahora el jugador argentino Lucas Castromán está dispuesto a pasar al Udinese, club al que el Lazio además le pagaría unos diez millones de dólares, a cambio de Pizarro y el brasileño Alberto.
El jugador danés Martin Jorgensen quedaría fuera de la negociación. Jorgensen habría pedido un aumento considerable de sueldo para pasar al Lazio, según informó la prensa deportiva italiana.
Se estima que la próxima semana deberá cerrarse la operación definitivamente, en uno u otro sentido, aunque el mercado de jugadores estará abierto hasta fines de agosto.
Sin embargo, los dirigentes del Udinese necesitan cerrarlo antes para después contratar a un jugador que sustituya a Pizarro, quien ha sido fundamental en la buena temporada pasada, que le permitió participar en la próxima edición de la Copa de la UEFA.
La negociación se reabrió en gran medida por la insistencia del entrenador del Lazio, Roberto Mancini, de poder contar con el jugador chileno.