SANTIAGO.- Las autoridades deportivas chilenas se declararon hoy plenamente satisfechas con la actuación de los deportistas nacionales en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, donde obtuvieron dos medallas de oro, diez de plata y diez de bronce.
Las 22 preseas ganadas superan en diez la meta de doce que se habían propuesto los responsables del deporte chileno, y en la misma cantidad a las ganadas en los anteriores juegos de Winnipeg, aunque en el medallero Chile no se movió del decimotercer lugar en ambos juegos.
"El balance es sin dudas positivo porque se cumplió con creces la meta que nos habíamos propuesto, que era quedar en el primer tercio del medallero", afirmó en una rueda de prensa el subsecretario de Deportes, Ernesto Velasco.
Según el funcionario, el éxito fue producto "de una planificación estratégica", que significó para las autoridades una inversión de diez millones de dólares en la preparación de los deportistas.
El plan, iniciado el año pasado, "no buscaba distribuir pobreza, como siempre había ocurrido, sino privilegiar aquellos deportes en que internacionalmente somos competitivos", explicó Velasco.
"No nos equivocamos; todos los deportes que privilegiamos dieron medallas", subrayó Velasco, que confirmó que se entregarán premios en efectivo a los ganadores de medallas.
Los premios serán de diez millones de pesos (14.285 dólares) para los ganadores de medallas de oro, 7 millones de pesos (10.000 dólares) para los medallistas de plata y 3 millones (4.285 dólares) para los de bronce, indicó Velasco, que añadió que el 20 por ciento de cada uno será para los técnicos.
Para el subsecretario de Deportes, el Centro de Alto Rendimiento que desde hace algunos años funciona en terrenos del Estadio Nacional ha sido fundamental para el progreso deportivo del país.
"Estamos hablando de una profesionalización de nuestro deporte, cuyos frutos se empiezan a dar, vamos por la senda correcta", sentenció Velasco, que vaticinó "una actuación todavía mejor" en los próximos Panamericanos de Brasil 2007.
Pese al optimismo de las autoridades, los análisis de prensa sobre la presencia de Chile en Santo Domingo ponen acento en que el resultado pudo ser mejor.
Los críticos consideran que el tenista Marcelo Ríos desperdició su talento al perder las dos finales que disputó -individuales y dobles- y que perfectamente pudo obtener dos medallas de oro en lugar de las platas que se embolsó.
Asimismo, hablan de la "mala suerte" del corredor en patines Jorge Guzmán -plata- que fue empujado por un rival cuando acariciaba el oro y se sienten decepcionados por la irregular presentación de la arquera Denisse van Lamoen, considerada una segura medallista.
En el lado positivo de la balanza están los medallistas dorados: el equipo de remo de cuatro sin timonel y el cuarteto de ciclistas de la persecución olímpica, a quienes las autoridades comprometieron un respaldo más sólido con miras a los Juegos Olímpicos de Atenas.
También es destacado el ciclista Marco Arriagada, triple medallista en Santo Domingo -oro en persecución por equipos, plata en persecución individual y en la carrera a los puntos- quien manifestó a la prensa local que se siente en condiciones de ir a pelear una medalla olímpica.
Las sorpresas agradables para Chile las aportaron la nadadora Kristel Kobrich, que puso por primera vez a Chile en el podio panamericano (bronce en 800 metros) y Carolina Rojas, una joven atleta que ganó plata en el salto con pértiga.
También son destacados Jonathan Tafra y Fabián López, plata en canoa-1.000, y el nadador Giancaerlo Zolezzi, que aunque no ganó medallas rompió seis récord nacionales y disputó tres finales.
En toda la historia de los Panamericano, sólo un nadador chileno había estado antes en una final, en La Habana ’71.
El decimotercer lugar de Santo Domingo (2-10-10) se iguala no sólo al de Winnipeg (1-5-7), sino también al de Indianapolis (1-2-4), pero aún está por debajo del noveno lugar de Mar del Plata ’95 (2-6-10) o los décimos lugares de Caracas ’83 (1-3-9) y La Habana ’91 (2-1-7).
Asimismo, está muy lejos del tercer lugar de Buenos Aires ’51 (9-20-12), el cuarto lugar de México ’55 (4-7-13) o el sexto puesto de Chicago ’59 (5-2-6).