ROMA.- Una nueva Liga italiana de fútbol comenzará este domingo con su sello inconfundible de danza de estrellas, pese al deterioro económico, la recesión y los drásticos ajustes que sus clubes se han visto obligados a aplicar.
Contrariamente a lo que sucede en España, donde Real Madrid es el candidato obligado y natural en la lucha por el título, en la Liga Italiana aspiran al mismo no solo Juventus y Milan, sino también Inter, Lazio y Roma, conformando un quinteto altamente competitivo, pese a los tiempos de austeridad.
Las cifras reflejan con claridad la crisis que afecta las finanzas de los clubes: tras haber gastado en la pasada temporada 90 millones de euros en la compra de refuerzos, Inter este año ha invertido solo 12, en una política de austeridad que comparten Juventus (19 millones contra los 66 del 2002), Lazio y Milan, que desembolsó 9 millones de dólares por el brasileño Ricardo Kaká, 55 menos de lo que había gastado el año anterior).
La única compra de resonancia fue justamente la de Kaká, que se sumará a sus compatriotas Dida, Cafú, Roque Junior, Rivaldo y Serginho en un Milan sustancialmente idéntico al de la anterior temporada, en la que se consagró campeón de Europa.
La misma característica presentará Juventus, último ganador del "Scudetto", que confirmó el mismo plantel reforzado sólo con el ghanés Stephane Appiah y con los internacionales italianos Fabrizio Miccoli y Nicola Legrotaglie.
Inter tratará de disimular el alejamiento del argentino Hernán Crespo con el arribo de sus compatriotas Kily González y, eventualmente, Julio Cruz.
Lazio ha hecho el milagro de retener su plantel del año pasado (con el argentino Claudio López) pese a su crisis económica, mientras que Roma ofrece como única novedad la incorporación del rumano Christian Chivu (ex Ajax).
La crisis que afecta al fútbol italiano, y que se ha traducido en una huelga compacta de los 20 clubes de segunda división, no afecta a la categoría superior, donde también podrían tener en el actual torneo un importante rol protagónico dos equipos "históricos".
Uno de ellos es Parma, que tiene en el brasileño Adriano a su máxima estrella, y el otro Sampdoria, que vuelve a la máxima categoría después de tres años de pugnar por el ascenso.
El resto está constituído por once equipos conscientes de estar destinados a un papel secundario, pero algunos de los cuáles, en los últimos años, han tenido participación activa en las posiciones de privilegio.
Tal es el caso del Chievo (revelación de las dos últimas Ligas), Bologna y Udinese, equipo en el que el argentino Néstor Sensini, a 37 años, se apresta a disputar su temporada número 17 en el fútbol italiano.
De este lote de coprotagonistas emerge una figura que concita una general admiración: se trata del veterano Roberto Baggio, un verdadero artista que disputará en el Brescia su vigésima temporada en primera división.
Pero hay también quienes despiertan particular curiosidad, como el nuevo atacante del Perugia, Saadi Muhamad Khadaffy, hijo del máximo líder de Libia y vicepresidente de la Federación nacional de fútbol.
Pizarro y Pinilla representan a Chile
El vacío dejado por Marcelo Salas, líder histórico de la colonia chilena en el fútbol italiano, será cubierto por el afirmado David Pizarro, quien seguirá en Udinese pese a que fue el objeto del deseo de los principales clubes, y por el recién llegado Mauricio Pinilla.
Lazio, Inter y Juventus estuvieron tras los pasos de Pizarro y el club romano estuvo incluso a un paso de incorporarlo a sus filas, pero la operación que trató de montarse con Udinese era demasiado compleja por lo que fracasó a último momento y así el ex jugador de Wanderers y Universidad de Chile disputará su quinta temporada en el equipo friulano.
"No niego que la posibilidad de incorporarme a un equipo grande era tentadora, pero estoy muy tranquilo de permanecer en Udinese, donde me esperan no sólo la Liga Italiana sino también la disputa de la Copa UEFA, objetivo de gran importancia", declaró Pizarro, analizando su próxima temporada.
A su experiencia (llegó al fútbol italiano en 1999) se contrapondrán los primeros pasos que dará el juvenil Mauricio Pinilla, comprado a Universidad de Chile por Inter, que lo cedió a préstamo al Chievo para que madure y demuestre por qué es considerado uno de los mayores talentos emergentes del fútbol chileno.
Pocas, en cambio, son las posibilidades de una asidua utilización en el Brescia del delantero Mario Salgado, ex Huachipato, quien tras estar a préstamo por un año en Verona (Serie B) fue devuelto al club en el que debutó tres temporadas atrás.
Otro jugador de alternativa será Julio Gutiérrez. El floridano se quedará este año en Udinese, luego de deambular por Messina (Serie B) la temporada anterior,
Además de la del "Matador" Salas, la presencia de chilenos en la Liga Italiana también experimentará la baja del defensor Jorge Vargas, quien a pesar de haber dado una importante contribución a Reggina en su retorno a primera división, fue dejado en libertad de acción.