VILLARREAL.- El Villarreal se quedó a sólo cinco minutos de romper el que es su auténtico maleficio en la liga, por quinta vez tuvo la posibilidad de vencer a los madridistas, pero Núñez, a falta de cinco minutos, igualó un partido que merecía terminar empatado.
Villarreal recibía por quinta vez al Real Madrid en El Madrigal. Las cuatro anteriores se contaban con victorias madridistas pero esta vez, ante las bajas del equipo del portugués Carlos Queiroz y el planteamiento descaradamente ofensivo de Benito Floro, hacía albergar muchas esperanzas a un Villarreal dispuesto a romper su mala racha.
El partido comenzó con ambos equipos intentando ser dueños del balón. Ello hacía que se jugara mucho más en el centro del campo que en las áreas. Tanto es así que fue al cuarto de hora cuando comenzó a llegar el peligro a ambas áreas.
Fueron los locales los que tuvieron la ocasión más clara. José Mari, a puerta vacía, no supo dirigir bien un balón que ya se cantaba como gol en las gradas, después de un gran centro de Javi Venta.
La del Madrid vino en un remate de cabeza del francés Zinedine Zidane a un gran centro de Beckham, que a punto estuvo de ser gol.
Ambos equipos siguieron luchando por mantener el control del juego, lo que seguía restando opciones de ataque. La lesión de Zidane, a los 25 minutos, hizo que el Madrid tuviera que trastocar sus planes y llevó a tener unos minutos de desconcierto que no supieron aprovechar los castellonenses.
La primera parte acabó así, con un ritmo lento que sólo se alteraba en las jugadas a balón parado.
En la segunda parte el Real Madrid pareció entonarse más. Míchel Salgado fue un dolor de cabeza en la banda derecha, y a los dos minutos Pavón estrelló en el horizontal un centro de Beckham que pudo haber sido gol.
Todavía no se habían repuesto del susto los aficionados locales cuando el lateral del Real Madrid volvía a estrellar un balón en el larguero, lo que dejaba claro el dominio merengue del balón en estos primeros 25 minutos.
El Villarreal apenas probó a la nueva defensa del Real madrid, y Casillas no tenía que intervenir en ninguna jugada de peligro.
Floro buscó con Anderson el revulsivo. Y lo encontró. El primer balón que tocó el brasileño fue una magnífica volea que supuso el gol de los locales.
A partir de ahí el Madrid se lanzó a buscar el empate. Y lo logró como había creado todo el peligro del partido: a balón parado. Beckham seguía colgando balones que una vez tras otra o Reina, con grandes paradas, o la línea defensiva desbarataban las opciones.
Dos minutos antes de la igualada, Román Riquelme tuvo la sentencia en sus botas, pero falló en el disparo, que fue mansamente a las manos de Casillas.
Núñez, dos minutos después, aprovechaba un gran centro del internacional inglés para poner el 1-1 definitivo en el marcador.
Todavía Reina tuvo que salvar, con una gran parada, la última ocasión de los blancos, que a punto estuvieron de llevarse el partido.
En otros partidos adelantados, Valencia derrotó a domicilio a Osasuna (gol de Baraja a los 51') y la Real Sociedad igualó 1-1 con Celta de Vigo (tantos de Kovacevic a los 38' y Milosevic a los 62').
VILLARREAL: Reina; Javi Venta, Ballesteros, Alvarez, Arruabarrena; Pedro Martí, Román, Guayre, Roger (Arzo, m.89); Víctor Fernández (Calleja m.57) y José Mari (Sonny Anderson, m.68).
REAL MADRID: Casillas; Salgado, Rubén, Pavón, Raúl Bravo; Helguera (Borja, m.83), Beckham, Zidane (Solari, m.25), Figo; Raúl y Portillo (Núñez, m.76).
Goles: 1-0, m.70: Anderson. 1-1, m.85: Núñez.
Arbitro: Pino Zamorano, del colegio Castellano-manchego, amonestó a los locales Ballesteros y Román y a los visitantes Beckham y Michel Salgado.