PERTH, Australia.- El piloto español Carlos Sainz (Citroen Xsara WRC) acude al Rally de Australia, décima prueba puntuable para el Mundial de la especialidad, con la esperanza de mantener la distancia que le separa del líder, el inglés Richard Burns (Peugeot 206 WRC), y esperar su oportunidad en el asfalto.
Cuando restan cinco carreras para que el Mundial de 2003 cierre el telón, Burns aventaja a Sainz en cinco puntos (49 por 44), una renta que el madrileño ha sido incapaz de rebajar en los dos últimos rallys disputados en Alemania y Finlandia.
Las especiales características de los alrededores de Perth, ciudad australiana que acogerá la décima prueba del Mundial, no son demasiados propicias para el Citroen Xsara del piloto español que, sin embargo, cuenta a su favor con las siguientes citas de San Remo (Italia), Córcega (Francia) y Catalunya (España), que se disputan sobre asfalto, en las que intentará el asalto al liderato.
En la temporada 2003, la regularidad está siendo la clave del éxito, ya que ningún piloto ha sido capaz de imponer su hegemonía sobre los demás.
El actual campeón del mundo, el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206 WRC) es que el que más victorias parciales ha conseguido (Suecia, Nueva Zelanda y Argentina), a las que añadió un segundo puesto en Alemania, pero no ha podido puntuar en las otras cinco carreras que ha disputado.
Burns, por su parte, ha hecho buena la "táctica de la hormiguita" y ha sido el único piloto que ha sumado en casi todas las pruebas, con seis podios incluidos, y tan sólo en Chipre, donde tuvo que abandonar, se resistió a su cosecha particular.
Sin excesiva brillantez y sin ninguna victoria parcial en la presente campaña, el inglés parece dispuesto a ceñirse por segunda vez en su palmarés la corona de campeón del mundo en su despedida con Peugeot.
En 2004, Burns regresará a Subaru, marca con la que ya ganó el título universal en 2001, para ocupar el hueco que deja vacante el finlandés Tommi Makinen, único piloto que ha logrado cuatro campeonatos del mundo consecutivos y que ya ha anunciado su retirada al final de la presente campaña.
Sainz, que se quedó a las puertas de subir al podio en Finlandia (fue cuarto), disputará su decimotercera edición del Rally de Australia, una de las pocas carreras del Mundial que aún no figuran en su palmarés.
Excepto en 2001 donde finalizó octavo, y en 2002 donde acabó cuarto, el madrileño ha vivido experiencias contradictorias en el país oceánico en donde ha cosechado cinco podios y otros tantos abandonos.
La decimosexta edición del Rally de Australia contará con un recorrido de 1.795 kilómetros, con 24 especiales y más de 386 kilómetros cronometrados y, por primera vez, adoptará el sistema de un único parque de asistencia situado en Jarrahdale, a 70 kilómetros al sur de Perth.
Las tres etapas de que consta la prueba se dividirán en cuatro días, ya que el jueves tendrá lugar la primeras súper especial, de 2,45 kilómetros, que se correrá en el hipódromo de Gloucester Park, lo que se conoce como "Perth City".
Un cambio en el reglamento provocará que, durante la primera jornada, el orden de salida sea el mismo que figura en el Mundial, por lo que Sainz saldrá segundo por detrás de Burns, mientras que en la segunda y tercera etapa se mantendrá el tradicional sistema de invertir la clasificación de los quince primeros pilotos.
El rápido circuito de Perth está diseñado con carreteras estrechas situadas entre bosques con una superficie muy particular, ya que está salpicada de multitud de piedras esféricas de diversos tamaños conocidas en el Mundial como "canicas".
Este especial tapiz provoca que la adherencia de los coches aumente a medida que los participantes cubren el recorrido, de ahí la importancia del orden de salida de la primera jornada en la que se medirá la estabilidad y fiabilidad de los diferentes prototipos.
El Rally de Australia se disputará del 4 al 7 de septiembre y finalizará el próximo domingo a las 13.30 hora local (GMT+8).