SANTIAGO.- Fernando Diaz, entrenador de Universidad de Concepcion, es el actual entrenador de moda en el fútbol nacional, semifinalista del último Torneo de Apertura y líder actual en el Clausura, con 13 puntos en 6 partidos.
Universidad de Concepción, jugaba en los años ’50 y ’60 el torneo regional de esa ciudad con un equipo en que estaba integrado exclusivamente por estudiantes universitarios.
El profesionalismo facilitó el arribo a la Segunda División, fue campeón de ascenso en 2003 y juega este año en Primera.
Sus dirigentes puntualizaron, a principio de temporada, que "lo único que queremos es mantenernos en primera división. No queremos nada más, hasta unos cinco años más cuando buscaremos nuestra posibilidad de disputar las Copas Libertadores".
En la banca de Universidad de Concepción estaba Fernando Díaz, un discípulo directo del chileno Manuel Pellegrini, del cual fue su ayudante en Liga Universitaria de Quito (Ecuador), donde inició su carrera.
Pellegrini fue campeón argentino primero con San Lorenzo de Almagro y este año con River Plate.
Díaz, que fue arquero y compañero de Juvenal Olmos (actual entrenador de la selección nacional), se declara seguidor de Pellegrini, Arturo Salah y Jorge Socías (seguidores a su vez del mítico director técnico Fernando Riera).
"Mi vida en el futbol ha ido paso a paso. De las inferiores de un club (en Universidad Catolica dirigió la Sub-17), a ayudante de entrenador, hasta dirigir un equipo de primera division", recuerda Díaz.
Cuando Acosta pasó a ser entrenador de Bolivia, Cobreloa le ofreció sustituirlo, ofreciendo pagar una alta indemnización a Universidad de Concepción, club que al final no la aceptó, lo mismo que Díaz.
"Yo soy respetuoso de los contratos. Los dirigentes universitarios son muy serios y, aunque era estimulante dirigir Cobreloa, me quedé en Concepción", advierte el DT, que juntó jugadores que estaban postergados en otros clubes, ávidos de reconocimiento.
"Estamos empeñados en pleno trabajo. Hemos mantenido una regularidad en los torneos que nos estimula. Sin embargo, pensamos sólo de domingo en domingo, de rival en rival. Si uno va derrotado a disputar un partido, posiblemente va a perder. El ánimo de ir a ganar nunca abandona mi equipo", afirma.