RIO DE JANEIRO.- La victoria de Chile por 3-0 sobre Paraguay en el Campeonato Sudamericano de vóleibol masculino le ha planteado al equipo del técnico Luis Hernández un nuevo reto antes de abandonar Río de Janeiro: derrotar a la selección de Argentina.
"Si jugamos muy bien, podemos ganarle a Argentina", dijo hoy el seleccionador chileno tras el partido contra Paraguay en la tercera jornada del torneo regional, que se disputa en el coliseo carioca Miécimo da Silva.
Chile, que comenzó su andadura en la competición regional con duros tropiezos ante Brasil y Venezuela, redobló hoy su entusiasmo tras una demostración aplaudida por más de mil aficionados.
Jaime Grimalt remacha sobre Julio Mongelos
Argentina, que en el debut cayó por 1-3 ante Venezuela y ayer descansó, jugará contra Chile mañana, después de enfrentarse hoy a Brasil.
Para los de Hernández, será el partido de despedida de un torneo que reserva dos plazas para la Copa del Mundo que se disputará en noviembre próximo en Japón.
"Venimos de jugar siete partidos continuos desde el jueves pasado. Y esperamos ganar el octavo mañana, contra Argentina. Será, sin duda, el más importante", anotó el seleccionador chileno.
La victoria chilena de hoy supo a venganza por la sufrida hace dos años en Santiago ante el mismo adversario durante un campeonato zonal clasificatorio para el Sudamericano.
"Hoy se observó entre los muchachos mayor contundencia en la red, en cuanto a bloqueo y ataque", explicó el seleccionador, para quien la clave del juego estuvo en la anulación del espigado rematador por zona cuatro Jorge Gaona.
"Lo neutralizamos con servicios cortos, que le impidieron preparar el ataque y, con ello, evitamos su presencia peligrosa en la red", puntualizó.
Gran victoria de Chile
El partido
El bloque de Hernández necesitó de una hora y 16 minutos para imponer parciales de 20-25, 18-25 y 23-25. Paraguay, que como Chile ha comparecido al torneo en Río de Janeiro con un equipo netamente juvenil, en su mayoría estudiantes universitarios, tuvo por momentos el control del partido, sobre todo cuando el rival perdió concentración con el alboroto de las tribunas.
La primera manga combinó aciertos de los chilenos en el bloqueo, su mejor arma en el partido, en tanto que los paraguayos esgrimían lo mejor de su repertorio en el pase.
Tras 26 minutos de juego intenso y vibrante, Chile resolvió la cuenta a su favor y trazó el camino para un segundo set en el que la confusión pareció dominar a los de Manuel Arévalos.
En 25 minutos, Paraguay cedió el terreno y optó por buscar la remontada a partir del tercero.
Allí los paraguayos entraron por el todo o el nada mientras que los chilenos, arrastrados quizá por el mayoritario apoyo recibido de las tribunas, lucieron desconcentrados y erráticos.
Tres errores sucesivos en la recepción de Eduardo Larenas agudizaron el problema de los jugadores de Hernández, quien debió echar mano de sus alternativas en el banco para cerrar las fisuras.
En la red, Julio Mongelos cobró con puntos importantes la falta de entendimiento constante de los chilenos y empujó así a los paraguayos a una ventaja de entre dos y tres puntos.
Paraguay parecía tener mayor reserva de gas en el tanque en tanto que sus adversarios buscaban en el error la posibilidad de acortar distancias.
La historia volvió a sonreír a Chile con la presencia en la red de Rodolfo González. En un bloqueo suyo Chile, por primera vez se puso al frente y hasta el fin mantuvo el mando.
Alineaciones:
Paraguay: Elvio Gaona, Jorge Gómez, José Gaona, Daniel Bolla, José Ortíz y Fausto Escauriza (libero) -equipo inicial- Marcelo Frutos, Jorge Gaona, Mario Echeverría y Julio Mongelos. Director técnico: Manuel Arévalos.
Chile: Yusef Manzur, Rodolfo López, Eduardo Arenas, Jaime Grimalt, Elías Figueroa y José Gras (libero) -equipo inicial- Rafael Grimalt, Matías Schmidt y Andrés Alvear. Director técnico: Luis Hernández.
Parciales: 20-25 (26 minutos), 18-25 (25 minutos) y 23-25 (25 minutos).
Árbitros: Luis Salazar (ARG) y Fausto Menezes (BRA).
Incidencias: Partido de la tercera jornada del Campeonato Sudamericano de Voleibol masculino, disputado ante 1.230 aficionados en el coliseo Miécimo da Silva, de Río de Janeiro