SANTIAGO.- Lo de "partido aparte" dista mucho de ser una frase hecha. En este caso, y al poner en paralelo la actuación de Chile con el comportamiento de su entrenador, Juvenal Olmos, sólo se considera un punto de inflexión: el gol de Arturo Norambuena.
Todo comenzó media hora antes del pitazo inicial. Los 18 citados de Chile, más Marcelo Salas, Jorge Vargas, Juan Luis González y Nicolás Córdova, saltaron al césped de Ñuñoa a hacer el calentamiento. El preparador físico, Marcelo Oyarzún, coordinó el trabajo de los titulares. Óscar Wirth, en tanto, trabajó con los arqueros (Tapia y Varas), mientras el resto jugueteaba con el balón, Olmos apareció en la puerta del túnel, pero luego se devolvió al vestuario 14.
Cuando los equipos salieron a la cancha, Olmos salió último. Tranquilamente se sentó en el primer asiento desde el norte, donde hizo unas anotaciones y vio el pitazo inicial. Terno negro, camisa blanca y corbata burdeo con diagonales blancas.
Se puso de pie al minuto 8 para reclamar por una posición de adelanto de Andrés Mendoza. El lineman Darío García, no le da pelota. A sentarse de nuevo.
A los 16', aprovecha una aparatosa caída de Erick Delgado para pedirle a Rafael Olarra que apure la salida. Vuelve a sentarse y manda a David Pizarro a calentar.
El dominio de Chile es aprobado a la distancia por Juvenal Olmos. se queda sentado, observando el juego y apenas dialoga con Óscar Wirth, que camina hasta el centro de la cancha para darle una indicación a Milovan Mirosevic.
En el 29', toda la banca sale a calentar: Varas, Fuentes, Neira, Norambuena, Mark y Boris González. En ese momento, Nelson Tapia le tapa un remate a Andrés Mendoza y el entrenador vuelve a ponerse de pie, posición que mantiene hasta la apertura de la cuenta por parte de Pinilla (35'). En ese instante, Olmos empuña su mano izquierda y da indicaciones a Rodrigo Pérez y Milovan Mirosevic. Luego le pide a Héctor Tapia que tome la salida de Juan Jayo.
En los minutos finales del primer tiempo, se sienta para decidir el ingreso de Boris González y David Pizarro. El guardalíneas vuelve a pedirle que se siente, pero Olmos igual habla, en el borde de la cancha, con Pinilla y Pérez.
Terminada la primera parte, todos los jugadores bajan al camarín. Olmos es el primero en bajar y Pablo Contreras apura a Mauricio Pinilla.
Segundo tiempo
El equipo se retrasa cuatro minutos en salir. Olmos es el último en aparecer, mientras David Pizarro es el encargado de entregarle la papeleta al árbitro. El DT nacional luce tranquilo, y se sienta.
Su primer llamado es para Boris González. En rigor, es el loíno quien no tiene clara su posición en la cancha, si tomar la salida de Zegarra o el repliegue de Jayo.
A los 58' es el empate peruano. Olmos, impávido, se pone de pie para orientar a Milovan Mirosevic y Boris González, mientras en el centro de la cancha hay manotazos entre Pinilla, Héctor Tapia, Zegarra y Rebosio.
Viene el gol anulado a Héctor Tapia. Juvenal Olmos encara al guardalíneas que lo validó (Darío García) por el sector de las preferenciales. Lo sigue junto a Óscar Wirth hasta el centro de la cancha. Luego se calma y vuelve a dar indicaciones de pie.
A los 64' reclama por una falta sobre Milovan Mirosevic. Zegarra merece ser amonestado. Autoriza el ingreso de Norambuena y se le olvida algo. Datea a Óscar Wirth y es el ayudante quien corre al centro del campo de juego para hacer una advertencia al ingeniero.
Luego, Olmos se sienta, después de que una carga del mismo Zegarra termina en la mentada amarilla para el peruano y en el tiro libre del gol de Norambuena. Pizarro la pone en la cabeza del ingeniero, que celebra sin su camiseta. Olmos es el sexto en llegar a la pirámide de jugadores (tras Pinilla, Olarra, Mirosevic, Boris González y Norambuena) y se confunde en el abrazo con sus jugadores. Es el momento en que el entrenador dejó de hacer su partido aparte y se imbuye en el clímax de la "Roja".
Vuelve la tranquilidad con el 2-1. Olmos se pone de pie para orientar la marca de Ricardo Rojas sobre Mendoza y le dice a Pérez que tome al recién ingresado Farfán. Olarra se mantiene sobre Claudio Pizarro.
Al 80', le pide a Boris González que se afine en las paredes con Milovan Mirosevic y se sienta en la banca, donde ya se agolpan algunos reporteros gráficos.
Los minutos finales los pasa sentado. Cuando se anuncian los descuentos, Olmos se pone de pie para permitir huir del barullo de la prensa, pero de igual forma termina rodeado por cámaras. Finalizado el cotejo, es el primero en bajar, con la cabeza agachada y sin hacer declaraciones.