BRUSELAS.- La tenista belga Justine Henin-Hardenne negó de forma tajante las insinuaciones de que estaba dopada cuando batió a su compatriota Kim Clisters en la final del Abierto de Estados Unidos la semana pasada.
Henin-Hardenne dijo a los periodistas a su llegada al aeropuerto de Bruselas que el único secreto de su éxito era el trabajo duro.
"Nunca me he sentido tentada por el dopaje", declaró citada el miércoles por el diario Le Soir.
"Mi único dopaje es el trabajo. Estoy dispuesta a someterme a todas las pruebas que sean necesarias para probar que mi cuerpo está limpio", añadió la tenista. "No tomo ningún producto, cualquiera que sea, aparte de agua y otras bebidas energéticas autorizadas por la WTA".
Henin-Hardenne ha ganado dos Grand Slam, ambos a costa de la número uno del mundo, Clijsters, en la final. El otro torneo fue el de Roland Garros.
A su regreso a Bélgica, fue recibida por seguidores al igual que por periodistas ansiosos por obtener su reacción a los comentarios del padre de Clijsters, Leo, sobre su supuesto aumento de peso y musculación.
Su transformación física
Leo Clijsters y otros expertos fueron citados por los medios locales diciendo que la transformación física que sufrió Henin-Hardenne era inusual. Ninguno de ellos mencionó el dopaje.
La tensión creciente entre ambas jugadoras -que habían declarado previamente ser amigas- y su séquito pone de relieve la división lingüística y cultural en este pequeño país de 10 millones de habitantes. (Henin-Hardenne es del sur francófono, mientras que Clijsters es del norte).
El entrenador de Henin-Hardenne, el argentino Carlos Rodríguez, fue citado por la prensa local acusando a Leo Clijsters de difundir rumores por celos.
"En Bélgica, lo que están tratando de hacer es comenzar una guerra entre estas dos chicas", destacó el técnico.
"Juro por mis dos hijos que nunca ha tomado productos dopantes", agregó. "En Bélgica, quieren crear una guerra entre ambas".
"Justine es mejor que Kim y ganará más a menudo que ésta", precisó Rodríguez. "En seis meses, Justine se ha convertido en una jugadora diferente, mucho más fuerte. Sé que trabaja muy duro pero no es la única. Todas las jugadoras, incluyendo a Kim, trabajan su fuerza muscular".
Su victoria ante Clijsters el fin de semana fue notable. Henin-Hardenne regresó a la pista tras pasarse horas en una cama de hospital con un goteo intravenoso en su brazo. Estaba exhausta, deshidratada y con calambres tras una semifinal a tres sets contra la estadounidense Jennifer Capriati.