MANAUS.- La selección brasileña de fútbol asumió en solitario el liderato de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Alemania 2006 al derrotar ayer por 1-0 a la de Ecuador con serias dificultades en Manaus.
Ecuador redujo al nivel de "moderado optimismo" el de "euforia desbordada" que desató en Brasil la victoria a domicilio del equipo pentacampeón por 2-1 sobre el de Colombia.
La selección brasileña cumplió el objetivo de Carlos Alberto Parreira de ganar los seis primeros puntos en disputa en las eliminatorias sudamericanas, pero no pudo disipar las dudas sobre la capacidad de sus astros para resolver con holgura las ecuaciones tácticas ofrecidas por los adversarios.
Para empeorar, el árbitro venezolano Luis Vladimir Solórzano no concedió un claro penal de Roque Junior sobre Néider Reasco, que pudo haber cambiado la historia del partido.
Los ecuatorianos, a diferencia de los colombianos el domingo pasado, no regalaron el balón ni cedieron amplios espacios de la cancha a Brasil, se atrincheraron con dos sólidas líneas de contención de cuatro hombres cada una, y prefirieron aguardar con calma el error del rival antes de salir a buscar el propio.
Con esos argumentos, los del técnico Hernán Darío Gómez aislaron a Ronaldo en el frente de ataque, cercaron los movimientos de Rivaldo y bloquearon a Ronaldinho Gaúcho.
Brasil salió apenas por la banda de Roberto Carlos, pues a Cafú lo amarró la rotación constante de Cléber Chalá y los Tenorio, Carlos y Edwin.
Brasil, que saltó anoche a la cancha con diez de los titulares que conquistaron el Mundial de 2002, encontró el primer gol a los doce minutos en una descolgada por la izquierda de Roberto Carlos.
Su pase cruzado llegó al centro del área, donde Ronaldinho Gaúcho y Giovanny Espinoza trababan un cuerpo a cuerpo. El balón los golpeó y su trayectoria cambió hacia el fondo de la red.
Fue la primera de dos oportunidades claras de los anfitriones en el primer tiempo, donde Ecuador hizo el primer remate directo en busca del gol, que Dida conjuró con un oportuno cierre.
La segunda oportunidad de gol de Brasil la tuvo Rivaldo en sus botas a los 44 minutos gracias a un pase de Ronaldo, que Zevallos desvió por milímetros.
Carlos Tenorio insinuó con su remate a los cinco minutos el oportunismo que en lo sucesivo inquietaría en forma permanente a los centrales Roque Júnior y Lúcio.
Tenorio, con un turbante de gasa en la cabeza que se colocó tras un choque con Roque Júnior, perturbó en forma constante a los defensas brasileños, que difícilmente le siguieron la huella en las carreras.
Para el segundo tiempo, los ecuatorianos salieron dispuestos a ahogar la salida de los brasileños.
La maniobra desconcertó a los jugadores de Carlos Alberto Parreira, les obligó a incurrir en sucesivos errores en el pase y provocó en las tribunas los primeros abucheos de su afición.
Parreira echó mano de su saldo en el banco. Sacó a Emerson y envió al novato Renato para ganar presencia y salida por la inexplorada banda derecha, y envió a Kaká en sustitución de Ronaldinho Gaúcho para meterle fuego al partido.
En una arrancada, el nuevo as del Milán italiano dejó con el gatillo montado a Ronaldo, pero su remate fue devuelto por la defensa. El balón cayó en las botas de Rivaldo pero su lanzamiento salió lejos de la portería.
Kaká volvió a la carga, pero la defensa ecuatoriana se estiraba y encogía como un acordeón, al tiempo que Tenorio, solitario en el frente de ataque, dejaba en sus contragolpes como postes a sus custodios.
El 16 de noviembre próximo Brasil enfrentará en Lima a Perú y el día 19 en Curitiba a Uruguay.
BRASIL: Dida; Cafú, Lúcio, Roque Júnior, Roberto Carlos; Gilberto Silva, Emerson (Renato, m.61), Zé Roberto, Ronaldinho Gaúcho (Kaká, m.67); Ronaldo y Rivaldo (Alex, m.88). DT: Carlos Alberto Parreira.
ECUADOR: José Cevallos; Ulises De la Cruz, Iván Hurtado, Giovanny Espinoza, Néider Reasco; Alfonso Obregón, Marlón Ayoví, Edison Méndez, Cléber Chalá; Edwin Tenorio y Carlos Tenorio (Otilino Tenorio, m.82). DT: Hernán Darío Gómez.
Goles: 1-0, m.12: Ronaldinho Gaúcho.
Arbitro: Luis Solórzano (VEN), amonestó a Ayoví y Reasco.
