ZURICH.- Sudáfrica sin dudas quedó en muy buena posición para organizar la Copa Mundial de fútbol 2010, estimaron este martes los numerosos observadores extranjeros presentes en Zúrich, durante la presentación y entrega de los expedientes de los cinco países africanos candidatos.
Por su parte, Túnez y Libia, a pesar de presentar dossiers individuales, tal como lo exigen los estatutos de la FIFA, confirmaron "su recíproco acuerdo de someter un proyecto común" de candidatura.
Sin embargo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, al recibir el expediente tunecino recordó que este "concurso" concierne únicamente a "candidaturas individuales".
Cada país, representado por cinco personas, tuvo media hora para argumentar y presentar su candidatura en el confortable anfiteatro de la FIFA. Sudáfrica, primer país en presentarse, realizó una exposición sin faltas, en 31 minutos, abordando todos los aspectos del complejo expediente, con un argumento inapelable: "80% de nuestras instalaciones ya están listas".
Durante la proyección de un video, Nelson Mandela, acompañado de David Beckham, confirmó igualmente: "Estamos listos".
"Es importante, en los países de una naciente democracia, poder aprovechar esta ocasión, ya que varios países seguirán el ejemplo, en el caso que ustedes nos den su apoyo", destacó el premio Nobel de la Paz.
Y para completar, la delegación sudafricana, segura del apoyo de varios inversores privados y públicos muy importantes, prometió "un éxito comercial enorme".
Como todo el mundo esperaba, Túnez, al mismo tiempo de defender su candidatura sobre la base de los estatutos, confirmó "un acuerdo recíproco sobre un proyecto común" de candidatura con Libia.
Sin embargo, afirman fuentes allegadas a la FIFA, dicho proyecto no tiene grandes posibilidades de salir adelante.
"En la medida en que hay cinco candidatos que responden a las exigencias establecidas, no hay razones para recurrir a una coorganización", indicaban esas mismas fuentes, precisando que la situación era totalmente diferente a la de la atribución del Mundial 2002 a Corea del Sur y Japón, "que eran los únicos candidatos".
Egipto por su parte intentó seducir al presidente de la FIFA por intermedio del actor Omar Sharif, quien lanzó un llamado a "Blaterius 1º, el último de los faraones todavía vivo".
Marruecos por su parte, sin duda consciente de su punto débil, intentó convencer a su auditorio de que "seguridad y libertad van de la mano" en un país de 30 millones de habitantes, "en el cual el 60% de la población tiene menos de 30 años".
Por último, Saadi Al Gadhafi, presidente de la Federación Libia, al confirmar la candidatura común con Túnez, anunció igualmente un presupuesto de 9.000 millones de dólares, de los cuales 3.600 millones estarán destinados a la construcción de los estadios. Las cifras provocaron sensación. Pero, contrariamente a Sudáfrica, en Libia todo tiene que ser construido.