VIGO, ESPAÑA.- Celta de Vigo no fue capaz de abrir el severo sistema defensivo de Milan italiano y se quedó con las ganas de celebrar su primera victoria en la Liga de Campeones en un encuentro sin apenas ocasiones del gol.
Ambos equipos tuvieron mucho cuidado de mostrar sus cartas de inicio. Procuraron la posesión del balón sin arriesgar en absoluto en las entregas.
Los de Carlo Ancelotti actuaron tácticamente como un reloj, con una presión sostenida y las líneas moviéndose de forma acompasada, mientras que Celta, paciente, tocó y tocó, sin caer en la desesperación por la falta de espacios.
Con estas premisas la dificultad para crear situaciones de peligro resultó evidente. Tan solo decir que se botó un único saque de esquina en la primera parte, en el minuto 31, da idea de la relativa comodidad que vivieron los guardametas.
En el conjunto italiano sólo Andriy Shevchenko mostró cierta actitud vertical, con Rui Costa y Kaká bien tapados por el entramado de contención dispuesto por Miguel Angel Lotina.
Celta se animó un poco en el último cuarto de hora y suyos fueron los únicos disparos a portería de toda la primera parte, dos lanzamientos con intención de Vagner y Mostovoi, pero sin excesivas dificultadas para el brasileño Dida.
Antes del final de la primera parte dejó el campo de juego Pablo Contreras (44'), debido a un fuerte codazo que, según los medios de internet españoles, le propinó el ucraniano Andriy Shevchenko. En su lugar, ingresó el local Sergio.
La reanudación no ofreció de inicio sustanciales variaciones hasta la sucesión de cambios. La incorporación de Filippo Inzaghi animó a sospechar en un Milan más ambicioso pero el sistema de dos delanteros apenas subsistió doce minutos.
Los célticos tuvieron rachas de lucidez en la construcción del juego pese a las complicaciones que supuso la rigidez de los marcajes en cuanto se acercaban al área Milanesa.
Jesuli, muy activo aunque algo pasado de vueltas, fabricó la primera opción local de este período pero de nuevo facilitó el blocaje del guardameta Dida con un lanzamiento muy centrado.
Con Savo Milosevic sobre el campo, Celta tuvo por fin una referencia en ataque sobre la que pivotar y alguien capaz de rematar los centros que en la primera parte se perdieron en tierra de nadie.
Ancelotti daba cabida al morbo con la entrada de Rivaldo, que no aportó nada, como la mayoría de los participantes porque ambos equipos no cejaron en su labor de vigilancia extrema del contrario.
Celta alargó su dominio y mayor posesión del balón hasta el pitido final pero lo cierto es que no fue capaz de crear alguna situación que diera al traste con el catenaccio del rival.
Cualquier mínima imprecisión en las inmediaciones del área provocaba el corte de una defensa transalpina muy atenta que logró mantener la compostura ante el mayor empuje e ilusión del combinado celeste.
Celta: Pinto, Velasco, Cáceres, Contreras (44', Sergio), Angel, Vagner, Giovanella, Juanfran, Mostovoi, Jesuli (84', Jandro) y Gustavo López (59', Milosevic).
Milan: Dida, Cafú, Nesta, Maldini, Costacurta, Pirlo, Ambrosini, Rui Costa, Kaká (64', Rivaldo), Serginho (62', Inzaghi) y Shevchenko (74', Brocchi).
Arbitro: Michael Riley (ING). Mostró tarjeta amarilla a Cafú, Ambrosini, Maldini, Vagner y Pirlo.
Incidencias: partido de la segunda jornada del grupo H de la Liga de Campeones disputado en el estadio municipal de Balaídos, en Vigo (España), ante unos 25.000 espectadores.