SANTIAGO.- Luego de semanas complicadas por su eliminación en la Copa Sudamericana y un irregular rendimiento en el Clausura, la Universidad Católica reflotó con un triunfo por 2-1 en el clásico ante la Universidad de Chile, que mantuvo el resultado en duda hasta los minutos finales.
El tradicional duelo universitario tenía un carisma especial en su 149a edición, ya que tanto azules como cruzados llegaban al partido con heridas, sabiendo que un triunfo ante su rival de siempre aliviaría el peso de una campaña irregular.
Fue la UC la que golpeó primero. Y lo hizo tan fuerte, que su rival, pese a esforzarse en la segunda etapa, no pudo revertir lo acontecido en la primera fracción, donde los cruzados guardaron una ventaja esencial para terminar el partido con abrazos.
En 19 minutos, un tiro libre a plena área de los azules no alcanza a ser bien cabeceado por Arturo Norambuena, pero tampoco despejado por la zaga laica. El balón quedó ahí mismo y el delantero cruzado no esperó el bote para fusilar a Miguel Pinto, anotando el 1-0 que hacía justicia al dominio de la UC en los primeros instantes del cotejo.
La oncena de Oscar Meneses continuó manejando las acciones más peligrosas, al punto de agregar un nuevo tanto a su cuenta apenas tres minutos más tarde. Esta vez, el error en la zaga de los azules fue aún más severo. Un tiro de esquina, que no alcanza a ser despejado por Diego Rivarola, llega a los pies de Sebastián Rozental en plena área chica. El atacante, sin marca alguna, no tuvo problemas para colocar el balón en una red descuidada y señalar el 2-0 que calaba hondo en las huestas azules.
La Universidad de Chile no se cruzó de brazos y ya en la primera etapa puso en peligro la portería cruzada. Los piques de Rodolfo Moya complicaron varias veces a la oncena local, pero fue Diego Rivarola el protagonista de la jugada de mayor riesgo. El delantero salió habilitado ante un balón alto y alcanzó a pegarle con el taco ante la salida del novato golero Rainer Wirth. Rivarola ya celebraba el descuento, pero Miguel Ramírez apareció de la nada para sacar el balón desde la misma línea con una espectacular maniobra.
Luego un tiro libre en el poste de Ezequiel Amaya volvió a inquietar a la UC, que tuvo la réplica más tarde en el área contraria, donde Jorge Campos, tras una excelente escapada, puso un balón en el poste cuando ya celebraban el 3-0.
En el segundo tiempo, Ezequiel Amaya -de opaco primer tiempo junto a Marcelo Vega- levantó su rendimiento y condujo el ataque de la "U" con algo más de orden, en un equipo donde todos querían tener la pelota en sus pies y poco hacían por apoyar el juego colectivo.
El descuento de la "U" lo fabricó el propio argentino Amaya, quien eludió varios rivales antes de jugar un certero balón para su compatriota Fernando Pierucci, que definió con oficio para establecer el 2-1.
La UC, que hasta el momento jugaba con comodidad y sin apuro, tuvo como gran figura al zaguero Miguel Ramírez, quien además de salvar un gol en la primera etapa, fue un sólido muro durante gran parte del segundo lapso.
Finalmente el tiempo no le alcanzó a la Universidad de Chile, que sumó su tercera derrota consecutiva jugando en el estadio Nacional, pese a que no jugó en esta ocasión con la etiqueta "local". Con trece puntos, los azules marchan segundos en el Grupo A.
La UC logró un rehabilitador triunfo que los deja en el segundo puesto del Grupo C con 16 puntos, aún lejos del sublíder general Unión Española (21 pts).
