SUZUKA.- El alemán Michael Schumacher, que está a un paso de lograr su sexto título mundial de Fórmula Uno, aún no se ve "campeón", mientras que su único rival en la lucha por el campeonato, el finlandés Kimi Raikkonen, cree que no tiene "nada que perder" este fin de semana en la última carrera, en Suzuka (Japón).
Schumacher (Ferrari) lidera el Mundial con 92 puntos, nueve más que Raikkonen (McLaren Mercedes) y al alemán le bastaría con ser octavo o que el finés no gane la carrera para lograr un sexto título mundial sin precedentes, con lo que rompería a su favor el empate que le une al argentino Juan Manuel Fangio, que logró sus cinco campeonatos en la década de los cincuenta.
Si Kimi gana la carrera, a "Schumi" le valdría ser octavo, ya que de esta manera le igualaría a puntos y haría valer su mayor número de victorias esta temporada -lleva seis (San Marino, España, Austria, Canadá, Italia y EE.UU.), frente a la de Malasia del finés- para ganar el Mundial 2003, en el que cada victoria vale diez puntos, ocho el segundo puesto y seis la tercera plaza, para ir descendiendo progresivamente una unidad desde los cinco de la cuarta posición al único punto que se lleva el octavo.
Sin embargo, Schumacher no se fía. "Las matemáticas se me dan bien y sólo me siento campeón cuando lo soy. Y no lo soy todavía. Aunque mucha gente crea que eso es así, no lo es. Aquí tenemos más que perder que ganar", declaró el "hombre-récord" de la Fórmula Uno este jueves en el circuito japonés.
Raikkonen opinó justo lo contrario. "Aquí no hay nada que perder", dijo. Ni siquiera le molestaría ceder la segunda plaza del Mundial al colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW), que le sigue en el campeonato, a un solo punto, con 82.
"Si no somos capaces de ganar el título, tampoco me importaría perder la segunda plaza. El objetivo es intentar ganar y ver lo que pasa. No tengo presión, porque, como dije, no tengo nada que perder", explicó.
"Lo único que tengo que hacer es conducir lo más rápido posible. El coche ha sido competitivo durante las últimas carreras y espero que lo siga siendo aquí", manifestó el finlandés, nacido en Espoo, que dentro de una semana cumplirá 24 años.
Raikkonen ha disputado 48 carreras, de las que ganó una, con dos poles (primer puesto en la "parrilla" de salida) y tres vueltas rápidas. Estadísticas que son nimias al lado de las de Schumacher, nacido el 3 de enero en Húrth-Hermúlheim.
El alemán ha ganado cinco mundiales -dos con Benetton, en 1994 y 1995; y los últimos tres, con Ferrari- y 70 carreras, cinco de ellas en Japón. Ha logrado 55 poles y 56 vueltas rápidas. Para echarse a temblar.
Con su última victoria en Indianápolis, no sólo ha dejado prácticamente resuelto el título a su favor, sino que ha colocado a Ferrari al frente del mundial de constructores, donde deberá defender los tres puntos de ventaja (147 frente a 128) que le lleva a la Williams-BMW de su hermano Ralf y de Montoya, que en Suzuka intentará luchar por este título y por el subcampeonato individual.
Por eso "Schumi" insiste que hay más que perder que ganar en Japón. "Nos queda el mundial de constructores y yo tengo que pilotar pensando en las dos cosas. Ojalá gane Rubens (Barrichello, su compañero de equipo brasileño) y yo sume puntos. Entonces daría igual lo que hagan Ralf y Montoya. Tendríamos ambos títulos", explicó el germano.
Kimi no tiene ese problema, porque McLaren-Mercedes, aunque matemáticamente podría lograrlo, tiene prácticamente firmada su tercera plaza final. El finés sólo tiene un objetivo: ganar. Y esperar el milagro.