SYDNEY.- El Mundial de rugby tiene una reducida nómina de favoritos, tanto que las apuestas más arriesgadas y por tanto lucrativas se dirigen hacia quién será el peor equipo de la competición que comienza mañana en Sydney.
De los veinte equipos que disputarán el Mundial, los expertos sólo conceden opciones reales a cuatro. "Será Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia o Francia", resume Cormack McKenzie, un hincha escocés que sigue a su equipo por todo el mundo.
Por el contrario, los candidatos al título oficioso de peor equipo son varios, aunque por encima de todos los apostantes señalan a Uruguay, Namibia, Rumania y Georgia.
Namibia, que perdió sus tres partidos en el último Mundial, está 6.000 a 1 en las apuestas para ganar el torneo. El ex ala australiano David Campese cree que los africanos serán los peores. "Seguro que no ganan a Australia, Irlanda y Argentina, y Rumania podría ser demasiado duro para ellos".
Los namibios, uno de los 92 equipos que participaron en la fase de clasificación, obtuvieron su pasaporte a Australia tras ganar a Zimbabwe y Madagascar.
Pese a su falta de victorias mundialistas, los namibios parecen estar por encima en las apuestas de Uruguay, que sí sabe lo que es un triunfo: hace cuatro años venció a España por 27-15 en el Mundial de Gales.
"Inglaterra, Sudáfrica y Samoa les pasarán por encima, lo que deja a Georgia como su única opción. Y creo que los europeos serán demasiado fuertes para el pequeño país sudamericano", afirmó la leyenda del rugby australiano Nick Farr-Jones, con respecto a Uruguay.
Georgia, que acude como el decimoséptimo mejor equipo, derrotó a Rusia por 17-13 para acudir a su primer Mundial, un logro ya de por sí para la ex república soviética.
Los georgianos, con sólo 2.000 jugadores federados, intentarán recordar la histórica humillación que infligieron a Holanda por 88-0. Pero si alguien desea fervientemente que Georgia no sea la sorpresa es el grupo de comentaristas, porque los nombres de los jugadores son un auténtico trabalenguas: Irakli Modebadze, Ilia Zegunidze, Archil Kavtarashvili o Goderdzi Shvelidze son algunos ejemplos.
Rumania, por su parte, perdió por 134-0 ante Inglaterra hace dos años. En Australia tendrán rivales de entidad como los anfitriones, Argentina e Irlanda, y sus esperanzas se centran en Namibia.
"El mejor consejo que puedo darles es que acudan al torneo con la intención de divertirse y de derrotar a Namibia. Esa será su final del Mundial", agregó Davies.
A la poca expectación que levanta el partido entre rumanos y namibios se agrega que el choque se disputará en la ciudad de Launceston, en la isla de Tasmania, donde la afición deportiva se decanta por el fútbol australiano, no por el rugby.
Por ello, el alcalde de Launceston, Janie Dickenson, ha lanzado una curiosa iniciativa para animar a la gente a acudir al estadio. Dickenson, el alcalde más joven del país, decidió que aquellos ciudadanos cuyo cumpleaños sea en día par animarán a Namibia, mientras que los del día impar apoyarán a Rumania.