TOKIO.- Seis títulos del mundo no dejarán satisfecho a Michael Schumacher ni a la poderosa escudería Ferrari, equipo que, como el exitoso piloto alemán, sigue haciendo historia en la Fórmula Uno.
Ambos quieren seguir ganando después de lograr el récord más importante de la F-1 en la temporada 2003, que terminó el domingo con el Gran Premio de Japón que se corrió en Suzuka.
Con su octavo lugar en el circuito nipón, el alemán conquistó su sexto título del mundo y superó las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio, por lo que agregó esa marca a su "colección" de récords.
La temporada tuvo algunos altibajos para Ferrari y Schumacher, 16 carreras en las que los puntos altos fueron acompañados por inesperadas caídas en el campeonato más emocionante y más parejo de los últimos años, pero que de la mano de Rubens Barrichello el domingo marcó el tercer triunfo consecutivo para Ferrari y el octavo en las 16 carreras del año. Además, le aseguró a la escudería italiana el quinto título consecutivo en el Campeonato de Constructores, un logro sin precedentes en la máxima categoría del automovilismo.
"Esto terminará en algún momento y para todos nosotros será doloroso y no queremos afrontar esa situación antes de lo necesario. Todavía disfrutamos ganando carreras", dijo el director del sector técnico de Ferrari, Ross Brawn.
"Después de Indianápolis dije que Michael estaba emocionado, y él ha ganado 70 carreras. Todavía hay pasión en todos nosotros, y mientras la pasión esté ahí, lo haremos", destacó.
"Algún día pararemos (de ganar). No será el próximo año. No sé cuándo será, pero cuando ese momento llegue lo sabremos, aunque no creo que ocurra en los próximos años", agregó.
De la crisis a la recuperación
Luego de haber sido denominado en agosto como un equipo en crisis, con algunos comentaristas preguntándose cuándo se iba a dar el retiro de Schumacher, la escudería salió adelante de esa situación con una respuesta perfecta.
"Aquí estamos, volvimos. Nunca nos rendimos, siempre estuvimos, siempre peleamos", dijo Schumacher tras los festejos por los títulos ganados el domingo.
Los cambios en las reglas y regulaciones que se introdujeron a la categoría en esta temporada -para que la F1 se volviera más interesante luego de un año con dominio absoluto de Ferrari-, ayudaron para que la definición fuera más apasionante y se diera al final del año.
Pero al término de la temporada el festejo fue de los mismos. Dos títulos ganados en un día, que incluyó el cuarto consecutivo de Schumacher, fue el saldo que dejó el GP de Japón para la escudería italiana.
Además, más allá de los intentos de McLaren, Williams y Renault, Ferrari todavía tiene hambre de gloria.
Brawn estaba en la escudería Benetton cuando Schumacher ganó su primer título y lo acompañó durante su campaña en Ferrari. Lo mismo pasa con el director deportivo Jean Todt, quien construyó un gran equipo de colaboradores alrededor del piloto alemán, incluidos el experto en diseño Rory Byrne y el especialista en motores Paolo Martinelli.
Todos seguirán en la escudería hasta el final de 2006, momento en que finaliza el contrato de Schumacher. "Estamos todos concentrados. En Ferrari a todos nos gusta estar juntos y esa es probablemente la razón por la que a ninguno le gustaría irse sino seguir siendo parte del grupo", dijo Todt.
Una competencia dura
Brawn dijo que la competencia más dura -con ocho ganadores de carreras de cinco equipos diferentes comparados con las 15 victorias en 17 carreras que Ferrari logró en el 2002- hizo que el título se haya disfrutado más.
"Fue un año mucho más duro y los cambios que se introdujeron reforzaron al equipo", dijo. "Cuando se tiene un año fácil, no se necesita tanto de la persona que está al lado", destacó.
"Obviamente uno mira atrás y ve que hubo carreras en las que las cosas no se hicieron bien", remarcó el inglés.
Brawn también explicó cuáles fueron los puntos más altos del año, y también los momentos mas difíciles: "Hungría fue un punto bajo, pero por una combinación de factores: el auto no funcionó bien y Michael no tuvo una gran carrera", recordó. "Tuvimos que trabajar muy duro para asegurarnos que todo estaba saliendo al 100 por ciento".
"Soportamos una competencia mucho más fuerte de Williams, McLaren, Renault y Michelin. Creo que eso fue la clave para tener un año tan bueno", concluyó.