MADRID.- Después de casi dos horas de sufrimiento, con dolor en su talón izquierdo incluido, y salvando dos bolas de partido, el español Juan Carlos Ferrero logró mantener sus aspiraciones de continuar al frente del "Sistema de Entrada" de la ATP una semana más al derrotar al veterano sudafricano Wayne Ferreira para avanzar a los octavos de final del Masters Series de Madrid.
El valenciano se impuso por 6-3, 2-6 y 7-6(4) con lo que el estadounidense Andy Roddick se quedó a las puertas de convertirse el lunes en el jugador número 22 de la historia en ocupar la cima de la ATP. Hoy lo tuvo muy cerca pero Ferreira no le ayudó en demasía pues malogró dos ocasiones de oro, una de ellas infantil en demasía, con una doble falta, aunque Wayne se quejó después de que el público influyó en ese momento circunstancial. "No ha tenido ninguna educación, y deberían tener vergüenza", dijo.
Con esta victoria, el de Nebraska tendrá que apretar de nuevo durante esta semana, (se enfrenta mañana contra el chileno Nicolás Massú) y esperar que el español falle para lograr el objetivo, del que es el único aspirante.
Sólo el americano tiene en su mano desbancar a Ferrero después de seis semanas en la cima, pues Roger Federer no tiene opciones de alcanzar el número uno ni ganando el torneo. Entre Ferrero y Roddick, hay únicamente una franja de 15 puntos de diferencia.
En un ambiente épico, de Copa Davis, muy similar al que se vivió en la jornada anterior durante el partido entre Feliciano López y el australiano Mark Philippoussis, Ferrero logró reconducir un partido que tenía perdido, cuando el sudafricano había logrado distanciarse con 5-2 y luego 5-3 y servicio en el tercer set, para disponer de las dos oportunidades mencionadas.
A Ferreira le tembló entonces el brazo y no supo rematar una faena que hubiera dejado mal sabor de boca a las estrellas del Real Madrid que se dieron cita en el recinto madrileño, con el matrimonio Beckham a la cabeza, acaparando casi más expectación que los propios tenistas, y un revuelo a su llegada que despistó algo a los jugadores de la central.
Ferrero ganó tres juegos seguidos y mandó en el desempate con la misma autoridad que en la primera manga donde arrolló a Ferreira, olvidándose de los ocho juegos consecutivos que el sudafricano le había endosado antes del momento crítico, un instante que no podrá olvidar pues para él hubiera sido una humillación ceder el número uno un día después de haber recogido y besado el trofeo en esa misma pista.
Salvado el compromiso, el valenciano aplaudió al público, que tanto le ayudó hoy con sus gritos de ánimo. Ahora queda emparejado con el barcelonés Félix Mantilla, que derrotó al sueco Thomas Enqvist, por 6-2 y 7-6 (3) lo que garantiza un español ya en cuartos de final.