SANTIAGO.- La página web canadiense Canoe.com reveló que el hexacampeón mundial de Formula Uno, Michael Schumacher, y su escolta en la temporada 2003, Kimi Raikkonen, estuvieron a punto de zanjar sus diferencias a los golpes, tras encontrarse en la fiesta que se preparó para agazajar a los participantes del Gran Premio de Japón.
El sitio basa su información en tres fuentes, entre ellas el responsable de la seguridad del piloto de Ferrari, Gino Rosato. El relato comenta que ambos pilotos se encontraron al interior del bar Campanella, donde las escuderías festejaban el final de la temporada 2003
Raikkonen encaró a Schumacher diciéndole reiteradamente que "tú eres mi ídolo, pero no me gusta tu manera de comportarte". Posteriormente tomó fuertemente al alemán, que debió esforzarse para liberarse del brazo del finlandés.
Ambos volantes salieron del local para aclarar las cosas, momento donde los tirones fuerona aún más violentos. Hasta que parte de los integrantes de McLaren y Ferrari debieron ir en auxilio de ambos: "Todo lo que puedo decir es que en un momento de la noche el señor Todt me pidió que me quedara junto a Michael (Schumacher) y que no lo dejara solo", recordó Rosato en relación a Jean Todt, el mandamás de "il caballino rampante".
Estos no fueron los únicos incidentes. El propio Schumacher declaró al diario alemán Bild que se trató de "una gran fiesta. En el avión junto a Corinna mi cabeza parecía un motor de mil caballos. Iba a 19.000 revoluciones".
La prensa además hizo un festín con los daños que dejaron los pilotos en los paddocks de las escuderías menores, siendo el de Toyota, el más atacado.