ROMA.- El delantero de Sierra Leona del Inter de Milán, Mohamed Kallon, de 24 años, dio positivo por consumo de nandrolona tras un control antidopaje efectuado el pasado 27 de septiembre, según informó hoy el Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI).
El laboratorio encontró en la primera muestra analizada la presencia de "norandrosterona" superior al límite permitido por el Comité Olímpico Internacional (COI).
Este caso de positivo de Kallon, tras un control rutinario al término del partido de liga frente al Udinese, en Udine, fue comunicado al organismo italiano de coordinación antidopaje.
En un comunicado, el Inter señala que "espera con serenidad que se completen los análisis" y sostiene que "el jugador, como otros componentes de la plantilla, se somete periódicamente a controles bajo la dirección de profesor Franco Lodi, director del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Milán, que siempre han resultado negativos".
El pasado 14 de septiembre se detectó otro positivo también por nandrolona del centrocampista del Parma Manuele Blasi, suspendido de forma cautelar, que volvió a sembrar el pánico en el calcio, donde entre septiembre de 2000 y octubre de 2001 se dieron once casos relacionados con el uso de este esteroide anabolizante.
Los de mayor repercusión fueron los del defensa holandés Jaap Stam (Lazio, 13/10/01) y del centrocampista español Josep Guardiola (Brescia, el 21/10/01).
Antes se habían descubierto los del portugués Fernando Couto (Lazio, el 28/01/01), el italiano Stefano Torrisi (Parma, el 01/04/01) y el holandés Edgar Davids (Juventus Turín, el 04/03/01).
A ellos se unieron los de los menos conocidos Da Rold (Pescara, el 24/09/2000), Bucchi (Perugia, el 14/10/2000), Monaco (Perugia, el 14/10/2000), Sacchetti (Piacenza, el 23/12/2000), Caccia (Piacenza, el 23/12/2000) y el francés Gillet (Bari, el 21/01/01).
En medio de una fuerte polémica, trufada de intereses de grandes y pequeños, y después de los recursos pertinentes, Rold, Bucchi y Monaco fueron castigados a ocho meses de suspensión y el resto, a cuatro.
