MADRID, ESPAÑA.- De las imágenes de la vida de Juan Pablo II, pocas son más curiosas como aquella en la que aparece, en calzón y camiseta de manga corta, las gafas sujetas con esparadrapo, corriendo detrás de un balón, acosado por dos rivales en un partido de fútbol.
La inédita imagen pertenece al documental "Juan Pablo II habla al deporte", que abre esta noche en la ciudad italiana de Milán el festival del cine deportivo "Sport Movies and Tv", al que concurren 192 producciones de 42 países.
Obra de los italianos Mario Farneti y Massimo Lavena, con el apoyo del Centro TV del Vaticano, el documental incluye fotografías de Karol Wojtyla en versión deportiva procedentes del museo dedicado a su figura en Polonia y filmaciones del pontífice nunca antes difundidas.
"La Gazzetta dello Sport" publica hoy en portada la fotografía del Papa en el mencionado partido de fútbol, perseguido por dos rivales, lo que sirve al primer diario deportivo italiano para dedicarle un artículo titulado "El delantero de Dios" (en Italia, al papa se le conoce como "el atleta de Dios").
De sus virtudes como delantero poco se sabe. Sí hay testimonios de amigos de sus años mozos en Wadowice, su ciudad natal, como el del médico hebreo Jerzy Kluger, compañero de escuela del Papa polaco, que destaca que Karol Wojtyla jugaba habitualmente como portero y era bueno en ese puesto.
Se lo recordó en 1989 el entonces presidente de la Federación italiana de fútbol Antonio Matarrese en la audiencia durante la cual el Papa bendijo el balón con el que el 8 de junio de 1990 se inauguró en el histórico estadio milanés de San Siro el Mundial de Italia.
"Usted ha jugado de portero...", le comentó Matarrese, según recuerda hoy "La Gazzetta", que añade que el Papa era el que organizaba las "pichangas", en los que a menudo se enfrentaban católicos y hebreos.
"Pero si los hebreos, como a menudo ocurría, estaban en inferioridad numérica, él (Karol Wojtyla) no se lo pensaba y se alineaba en su equipo", añade.
Durante su pontificado, que el pasado día 16 cumplió los 25 años, Juan Pablo II sólo asistió una vez de manera oficial a un partido de fútbol, el único pontífice que lo ha hecho en la historia del "deporte rey".
Hay un precedente curioso: el del Papa Sixto IV, que gobernó la Iglesia entre 1471 y 1484, pero se trató de un encuentro de fútbol florentino, jugado por hombres ataviados con trajes típicos de Florencia, que se disputó durante todo un día en el patio del Belvedere, dentro del Vaticano.
El Papa Wojtyla, que en mayo pasado cumplió 83 años, contempló en el Estadio Olímpico de Roma el 29 de octubre de 2000 un partido que, con motivo del Jubileo de los Deportistas, enfrentó a la selección italiana con un combinado extranjero, que entre otros contaba con Iván Zamorano, los argentinos Gabriel Batistuta y Sebastián Verón, el brasileño Cafú, el checo Pavel Nedved y el ucraniano Andrey Shevchenko.
En otras ocasiones, el Papa ha tenido la oportunidad de recordar sus años como futbolista aficionado en las audiencias a equipos de fútbol o a estrellas de este deporte.
También ha hecho mención del fútbol en muchos de sus discursos, siempre destacando la importancia de este deporte para la promoción de valores como la tenacidad, el espíritu de sacrificio, el respeto mutuo, la lealtad, la amistad y el trabajo en equipo.
"El fútbol es un método excelente de promover la solidaridad en un mundo afectado por las tensiones raciales, sociales y económicas", dijo el 11 de diciembre de 2000 al recibir en audiencia privada a una comisión de la FIFA encabezada por su presidente, Jospeh Blatter.
No todo son elogios en Juan Pablo II, ya que en más de una ocasión ha alertado sobre el riesgo de que el materialismo que ha invadido el mundo del fútbol promueva una cultura de codicia y egoísmo, en detrimento del valor deportivo.
"En el fútbol, como en el resto de los deportes, debe prevalecer el ser sobre el tener", señaló el Pontífice, en referencia a las enormes sumas de dinero que se mueven en torno al balompié, en una audiencia a directivos de la UEFA en mayo de 2000.
Además del Pontífice futbolista, el documental presenta imágenes de Karol Wojtyla disfrutando de otros deportes, como la canoa, el esquí, que ha seguido practicando después de ser elegido papa, el hockey sobre hielo, el ciclismo, la natación y el senderismo.
