MADRID, ESPAÑA.- El francés Sebastien Loeb, el español Carlos Sainz (ambos con Citroen Xsara WRC) y el noruego Peter Solberg (Subaru Imptreza WRC), los únicos tres candidatos al título de campeón del mundo de rallys, se la juegan a una carta entre el jueves y el domingo en el de Gran Bretaña, centrado en los embarrados caminos embarrados del País de Gales que convierten a la prueba final en una auténtica lotería.
Loeb lidera el Mundial de pilotos con 63 puntos, los mismos que el español Carlos Sainz, pero que ocupa el segundo puesto por menor número de victorias parciales (tres del francés por una del español). Ambos aventajan en un solo punto a Petter Solberg y en cinco al inglés Richard Burns, que iba a ser el cuarto en discordia pero al que una enfermedad le ha apartado del combate final y de su última carrera como piloto de Peugeot, ya que el año que viene regresará a Subaru.
Sebastien Loeb busca su primer título y acude a Gran Bretaña tras haber ganado esta temporada los rallys de Montecarlo, Alemania y San Remo (Italia), todos ellos sobre asfalto, su superficie favorita y en la que se ha destacado como un verdadero especialista.
Pero el francés no es tan brillante sobre superficies deslizantes, aunque hace un año logró algunos buenos registros en esta carrera. En el barro de Gran Bretaña, en donde ha participado sólo tres veces, ha obtenido un decimoquinto puesto (2001, en el que se impuso en la categoría Júnior) y un trigésimo octavo (2000) y un abandono (2002).
De los tres candidatos, Carlos Sainz, ganador este año en Turquía y que es el único que ha terminado, aunque no siempre en los puntos, las trece pruebas disputadas en 2003, es el piloto más experimentado. El madrileño, de 41 años, ha participado catorce veces en Gran Bretaña y ha logrado dos victorias (1990 y 1992, los años de sus dos títulos), dos segundos puestos (1989 y 1995) y tres terceras posiciones (1991, 1997 y 2002).
Pero también es cierto que el de Gran Bretaña no es precisamente un rally que haya favorecido los intereses de Carlos Sainz cuando ha llegado a él con opciones de proclamarse campeón mundial. El madrileño se jugará por séptima vez el título en esta carrera, aunque sólo en una ocasión, en 1992, salió victorioso.
El español ya sabe de sobra lo que es llegar a la última carrera del año con el título en juego. Lo ha experimentado ya en 1991, 1992, 1994, 1995, 1998 y 2001, las dos primeras con un Toyota Celica, las dos siguientes con un Subaru Impreza, la penúltima, la más dramática, con un Toyota Corolla, y la última, con un Ford Focus.
Petter Solberg se presenta en las apuestas como el principal favorito. Sus triunfos de la presente campaña en Chipre y Australia, sobre tierra, y Córcega (Francia), sobre asfalto, le han consagrado como un piloto completo que, además, es el último ganador del Rally de Gran Bretaña. El año pasado consiguió en Gales la primera de sus cuatro victorias mundialistas, aunque en sus cuatro anteriores experiencias británicos sumó tres abandonos y una novena plaza.
Solberg además tiene a su favor la marca de neumáticos que monta su Subaru. Los Pirelli del noruego se han mostrado más efectivos sobre superficies deslizantes que los Michelin que montan los Citroen de Loeb y Sainz. Y por si fuera poco, Subaru ha ganado seis de las últimas nueve ediciones de la prueba británica.
El finlandés Tommi Makinen (Subaru Impreza WRC), cuatro veces campeón del mundo, disputará en Gran Bretaña su última carrera como piloto profesional. Con todos su objetivos de sobra logrados, el escandinavo se despedirá de la competición en una carrera que nunca ha ganado y en la que tratará de ayudar a Solberg a proclamarse campeón.
También se despedirá del campeonato, al menos de forma provisional, el escocés Colin McRae, que ya ha anunciado que en 2004 no participará en el Mundial después de que Citroen informara de que sus dos pilotos para el año que viene serán Loeb y Sainz.
En Gales también estará en juego el Mundial de marcas, por el que pugnan dos constructores franceses. Citroen lidera el certamen con 147 puntos, cinco más que Peugeot. La primera busca su primer título y la segunda, que cerrarás el periplo mundialista del 206 WRC, el sexto y cuarto consecutivo.
La 59 edición del Rally de Gran Bretaña es la decimocuarta y última prueba del Campeonato del Mundo y se disputará entre el jueves y el domingo con un recorrido total de 1.57,52 kilómetros, 376,81 de ellos correspondientes a 18 tramos cronometrados (siete en la primera etapa -jueves y viernes-, otros siete en la segunda (sábado) y tres en la tercera y última -domingo-).
Esta será la última vez, al menos de momento, que el rally británico pone punto final al Mundial de rallys, ya que a partir de la próxima temporada el campeonato terminará en Australia, mientras que el antiguamente conocido como RAC pasará en 2004 a ser la duodécima cita a mediados de septiembre.
El barro, la nueve, la lluvia y el hielo serán los jueces del Mundial que a punto está de terminar.