MONTEVIDEO.- El astro Alvaro Recoba sigue siendo la gran duda en la selección uruguaya de fútbol para el partido del miércoles ante Brasil, por las eliminatorias mundialistas sudamericanas.
Los médicos intentan ponerlo a punto, aunque el futbolista sigue con la molestia muscular, que le impidió ser titular, el sábado, en el partido ante Chile jugado en Montevideo.
La delegación uruguaya partirá mañana, al mediodía local, rumbo a la ciudad de Curitiba, en el estado de Paraná, donde se jugará el partido por la cuarta fecha de las eliminatorias.
Previendo que Recoba no pueda jugar, ingresó en el grupo el volante Carlos Grosnile, de Danubio, quien ya ha trabajado a las órdenes del entrenador Juan Ramón Carrasco.
De todas formas no está seguro que Grosnile sea el sustituto de Recoba, porque ante Chile Carrasco optó por el juvenil Pablo Munhoz, a quien incluso lo nombró capitán.
La lesión de Recoba y la necesidad de tomar precauciones ante el siempre poderoso Brasil, obligará al entrenador uruguayo a realizar otros cambios.
Uno de ellos será el esquema táctico a utilizar, ya que el habitual 3-3-1-3 será sustituido por un 4-3-1-2, resignando el poder ofensivo, que ha sido una de las principales armas del equipo uruguayo.
El partido del miércoles entre Brasil y Uruguay está fijado para las 21.50 horas (locales, 20.50 en Chile) y será arbitrado por el argentino Horacio Elizondo, asistido por sus compatriotas Gustavo Otero y Juan Carlos Rebollo.