MELBOURNE.- Lleyton Hewitt, conocido por su temperamento salvaje en la pista de tenis, no olvida lo que él considera un insulto, y a pocas jornadas de que comience la final de la Copa Davis contra España en Melbourne ha castigado al tenis español y a su público con sus peores reproches.
"Fue el peor público que he tenido enfrente", dice Hewitt en una entrevista que hoy publica el diario "Herald Sun", en la que el jugador de Adelaida culpa a Alex Corretja como el principal artífice de incitar a los aficionados hace tres años en la final disputada en el Palau Sant Jordi barcelonés.
"No hay duda, Alex y Duarte (Javier Duarte, capitán del equipo español en aquella final) encabezaron todo aquello y propiciaron que todo se desarrollase de esa manera", apunta.
"Hubo muy poco respeto por este deporte y por la tradición de la Copa Davis. No me importa que el público sea ruidoso o lo que quiera. Incluso en Brasil fue un público difícil, casi carnavalesco, pero cuando yo gané mis partidos recibí una gran ovación puestos en pie. Ellos entendieron que era un deporte y que además yo jugué un increíble partido. Para mí fue un gran sentimiento", dice.
Pero al referirse al público español, Hewitt recuerda que le lanzaron cosas desde las gradas. "Fue decepcionante cuando perdí el cuarto partido de la serie y la eliminatoria. No hay cosa peor que permanecer en la red esperando un par de minutos para estrechar la mano a Ferrero tras su victoria y ver que Ferrero no aparece porque hay unas 15 personas encima de él, incluido Javier Duarte", señala.
Preguntado hoy al respecto, Hewitt recordó que de los cuatro australianos convocados para esta final, él fue el único que disputó la del Palau Sant Jordi, y ni siquiera John Fitzgerald y Wally Masur pertenecían entonces al equipo.
"Tengo malos recuerdos sobre aquello, fue el cuarto punto y sabía que si no ganaba a Ferrero el tercer día Australia perdía, y era algo amargo para digerir", comentó el de Adelaida, que no cree que los seguidores australianos, conocidos como "Los fanáticos", devuelvan a los españoles su propia medicina. "No, no pueden comportarse de esa forma tan mala", aseguró.
No obstante, Hewitt dice en la entrevista que Juan Carlos es un "chico agradable", y que con él no hubo problemas. "Fue más con la gente que estaba contiguo al equipo, incluido el capitán. Creo que actuó de forma equivocada", dice al referirse a Duarte.
Hewitt vuelve a acusar a Corretja y Duarte como los principales artífices de toda esta situación, pero además coloca a Albert Costa también entre ellos. Incluso señala que en una salida a un restaurante alguien le trajo un periódico en el que aparecía una foto suya, con este pie: "Aprende a odiar a este hombre".
También relata Hewitt un incidente durante la Copa del Mundo por equipos en Düsseldorf donde una bola de Corretja casi le alcanza en la cabeza. "Después Corretja pidió toda clase de excusas a Pat (Rafter)", dice.
Lleyton aclara que después de todos estos incidentes charló con Corretja durante el Abierto de Estados Unidos, y todo se olvidó, pero como puede apreciarse no ha sido necesario escarbar mucho para que su memoria comenzase a funcionar y recordar de nuevo, justamente cuando quedan dos jornadas para que comience la final.